La mayoría de la gente necesita querer y ser querido, la necesidad de afiliación. Con las relaciones de amor, de amistad, las personas están más seguras de sí mismas y se motivan más. Por ello es necesario prestar un poquito de atención para tener más alegrías y satisfacciones.
Percibe a las personas como un ser valioso, percibe su potencial, observa lo bueno. No juzgues ni estés con lupa para ver sus defectos. Son seres humanos y por ello poseedores de mucho potencial. Atrévete a ver las flores del jardín, no las basuras del entorno. Tu eliges si prefieres encontrarte con el paraíso de esa persona o con sus limitaciones.
Lo primero el respeto, cultiva la confianza. Puntualidad es consideración hacia el otro, "su tiempo, vale. Y su vida también".
Escuchando y atendiendo también se respeta, si oyes solo desde tu punto de vista, no estás escuchando su mensaje, lo tuyo está interfiriendo. Aparta tu discurso mental y atiende a lo que está emitiendo.
Regala positivismo, vibraciones motivadoras, luz, paz, alegría, optimismo. En los encuentros, aporta lo mejor de ti. Siembra si lo deseas... Las personas ya tienen sus situaciones vitales que afrontar y resolver, no sumes negatividades....
Atención a las promesas, mejor no prometer nada...que fallar...
Y sobre todo ten presente: la persona que tienes enfrente, es "ella misma", no tiene porqué coincidir con tus expectativas. Si no se parece a nada que hubieras visto antes... respétalo, ya sabes que en el planeta hay millones y no tienes porqué conocer todos los tipos de personalidad. No juzgues a nadie porque no tiene los mismos gustos que tu.
Salir de la tribu. Este es el ejercicio de ampliar la mente, tus esquemas y vivencias...tienes derecho y felicidad por ser como eres...Y los demás también. Puedes celebrarlo y disfrutar de las diferencias.