Suelen aparecer cuando la persona, intenta sobreponerse y no sufrir ante el impacto del dolor, y creyendo que hace lo mejor posible, no se permite ni la más mínima emoción de pena y tristeza.
Así al intento de sofocar la expresión de las emociones de angustia, se produce un gran desajuste personal, con desequilibrios en la afectividad, en las emociones y en el procesamiento cognitivo.
Todo ello produce síntomas y reacciones no apropiadas en la gente, e influyen de tal forma en el sujeto que le producen al fin unas reacciones no apropiadas de duelo, y en otros casos aparecen de forma retardada.
En general, lo más frecuente entre las personas que no superan el duelo de forma apropiada, suele ser la ausencia de sentimientos de dolor, de pena, tristeza, y de angustia.
Depresión agitada.
Actividad excesiva. Subir, bajar, ir, venir.....
Somatizaciones, dolores, problemas digestivos, agotamiento, variaciones en el apetito...
Rabia y hostilidad dirigida hacia personas relacionadas, predominando los familiares. Con irascibilidad, agresividad, discusiones...
Aislamiento social, recluyéndose de grupos, familiares, amigos, trabajo.
Conducta cerrada, bloqueada y rígida, que le impiden la suficiente flexibilidad para adaptarse a las situaciones dirigiendo y manejando sus sentimientos y emociones de frustración, rabia y hostilidad.
Las soluciones a estos problemas personales se diseñan en la terapia psicológica. Acudir al profesional, es la garantía de superación. (SIGUE...)...
Así al intento de sofocar la expresión de las emociones de angustia, se produce un gran desajuste personal, con desequilibrios en la afectividad, en las emociones y en el procesamiento cognitivo.
Todo ello produce síntomas y reacciones no apropiadas en la gente, e influyen de tal forma en el sujeto que le producen al fin unas reacciones no apropiadas de duelo, y en otros casos aparecen de forma retardada.
En general, lo más frecuente entre las personas que no superan el duelo de forma apropiada, suele ser la ausencia de sentimientos de dolor, de pena, tristeza, y de angustia.
Depresión agitada.
Actividad excesiva. Subir, bajar, ir, venir.....
Somatizaciones, dolores, problemas digestivos, agotamiento, variaciones en el apetito...
Rabia y hostilidad dirigida hacia personas relacionadas, predominando los familiares. Con irascibilidad, agresividad, discusiones...
Aislamiento social, recluyéndose de grupos, familiares, amigos, trabajo.
Conducta cerrada, bloqueada y rígida, que le impiden la suficiente flexibilidad para adaptarse a las situaciones dirigiendo y manejando sus sentimientos y emociones de frustración, rabia y hostilidad.
Las soluciones a estos problemas personales se diseñan en la terapia psicológica. Acudir al profesional, es la garantía de superación. (SIGUE...)...