Sufrimiento. "Un estado en el que el individuo o familia experimenta una pérdida real o percibida, o estado en el que un individuo o familia responden al convencimiento de una futura pérdida (duelo anticipado)", Carpentino, 1987.
En general lo más normal es que las personas tengan un periodo de entre seis meses a un año o algo más, los sentimientos, emociones y vivencias, de ese dolor, y pasan por:
Sentimientos de culpa, angustia, ansiedad, obsesiones, temor, rechazo, hostilidad, frustración, desesperación. Proyección de su dolor en el contexto vital.
Masoquismo, necesidad de castigarse, reproches constantes, pensamientos autodestructivos. Adicciones.
Bloqueos e incapacidad de superación de la situación, fijados en la pérdida constantemente.
Los síntomas, por la angustia y la ansiedad que generan, son equivalentes a la depresión, por ello también se acompaña de patología somática, enfermedades, falta de apetito, mareos, vómitos, alteraciones digestivas.
En algunos casos si la pérdida no se supera, y entran en depresión crónica, pueden enfermar de cáncer linfático, u otros tipos.
En general, en diferentes culturas, por la tradición se acompaña a los familiares del fallecido. (SIGUE...)