Ahora cualquier mujer de edad, que permanezca soltera ya no tiene la presión social de hace unos años. Los estándares sociales eran tan rígidos que si una mujer no se casaba ya era rara. El crecimiento y maduración de la sociedad en derechos humanos y la aceptación y respeto a la diversidad han ayudado a concebir múltiples estados como naturales.
En tantos países del planeta se incrementa la cifra considerablemente. EEUU, allí aproximadamente el 60% de la gente no se casa. Y así variando del 30 al 50% en otros muchos.
Afortunadamente las mujeres pueden elegir las opciones más deseadas, sin que por ello se las discrimine y se les diga: "esa se queda para vestir santos"...
El acceso al mundo laboral y el incremento en los últimos años de mujeres en puestos de trabajo de responsabilidad como gestión y profesionales van transformando progresivamente los roles y las categorías.
Por ello las mujeres también tienen en general más ingresos que antes y no necesitan siempre a un hombre a su lado.
Lo que sí ha aumentado en estos últimos años es el perfil de la profesional adicta al trabajo y aficiones, que disfruta de la vida con libertad, viajes, diversión, deportes y no encuentra un tiempo para dedicarlo diariamente a la pareja.
Hace unos años se sugerían como razones, el miedo al compromiso. Hoy en día se sabe que viviendo a tope, no habría mucho tiempo para dedicarle a una pareja. Por otro lado y según estadísticas, muchos casados no duran más de 5 años, y muchos otros se han separado antes.
Y es que la panorámica social ha cambiado y mucho. Como se citaba antes, económicamente las mujeres son más autónomas, en general. Y algo esencial y central, el mayor desarrollo de la personalidad de cada uno, le lleva a vivir más a gusto en soledad, llamando a los amigos cuando se desee. Y no teniendo que tolerar diariamente en casa a una persona, tal vez con diferencias marcadas y difícil de soportar.
En algunos sectores sociales se habla de menos tolerancia y paciencia. En realidad el desarrollo de una personalidad más segura, independiente, autónoma y responsable, genera en las personas que lo poseen más satisfacciones y felicidad.