Los superdotados suelen ser muy perfeccionistas porque su mundo particular de identificación y percepción de datos está muy desarrollado, y no les satisface lo que hacen, a todo le pone pegas, muy autocrítico.
En general "las acciones y ejecuciones", pintura, música, escritura, conducir, elaborar... y todas las demás, necesitan un entrenamiento, que facilita una mejora progresiva. Desde la primera vez que algo se hace, que salga perfecto es un poco raro no?.
Y con su alta autoexigencia, lo juzgan, lo encuentran muchos defectos y se suelen desmotivar, se apartan.
Por estos factores suelen tener en ocasiones, fracaso escolar. Se desmoralizan y se van apartando, conformándose con cualquier trabajo, muy por debajo de su inteligencia. Es probable que a la larga las decepciones e importantes diferencias entre sus niveles de inteligencia y su sencillo trabajo, les lleven a decepciones y patologías mentales.
Estos procesos les repercuten en una autoestima baja, y en muchas ocasiones, se desmotivan y ni lo intentan de nuevo. Generan un miedo anticipatorio al fracaso y tratan de evitar esas situaciones. Se acomodan en su zona de confort y disminuye su interés por afrontar retos y crecer.
Precisamente las personas que están dispuestas a luchar por algo y superarse si comenten errores, tienen más tolerancia al fracaso y una actitud perseverante hacia el logro de metas.
Claramente, por lo que se observa en la consulta, en clientes de altas capacidades, para lograr objetivos y alto desempeño en la vida, no solamente importan los potenciales intelectuales, sino una personalidad que sintonice con factores de rendimiento y eficacia.
La ausencia de confianza en sí mismos, de autoestima y su alta inseguridad, son componentes personales que se tratan en la terapia psicológica y progresivamente les van llevando a un proceso de superación.
Para ellos identificar sus potenciales, valorarlos, disminuir su autocrítica, ser más flexibles y tolerantes, les conduce a una nueva autopercepción. Y desde esta nueva perspectiva siguen creciendo y disfrutando de la vida.
Lo mejor que le puede ocurrir a una persona que desarrolla ansiedad, sufrimiento, miedos, malestar, es aprender a conducirse y manejarla para reducir en la vida sus cadenas y fluir con su realización personal.