lunes, 24 de noviembre de 2014

AMOR PARA SIEMPRE / LOVE FOREVER


La vida cambia constantemente, es su naturaleza, el cambio. Por ello parejas que se proponen un amor para siempre, puede que se comprometan a unas condiciones que les proporcionen mucho estrés.

Cuando en la pareja cada día se descubren ambos aspectos positivos y bonitos, hay un fluir y disfrute, están contentos y felices. Cuando los hallazgos son descubrir más defectos en el otro, la gente no puede pensar en un mañana soportando todo eso.

También pensar en el para siempre, sería como vivir en la amenaza implícita de ¿y si llega ahora el fin, cuando está estipulado un para siempre...?, sobre todo cuando uno reconoce cualquier día de la vida que ha errado, ha incomodado al otro, se ha equivocado y ha metido la pata. Y esperando la justicia implacable, se le presenta el imprevisto del "fin", en una estructura rígida del para siempre.

Por ello, es mejor no prometerse nada de futuro, solo amor. El amor de cada día, el tener cuidado de uno mismo y del otro, sin la presión de tener que dejar de ser o de hacer lo que uno ni siente ni desea, por contentar a un otro y así perpetuándolo e intentando tenerlo en la vida de uno. Las jaulas para los humanos, no funcionan.

La gente que apuesta por la vida sabe que cuando se ama también puede haber sufrimiento, hay sufrimiento, y aún así han elegido tener esos sentimientos de compañeros.

Dicen que en la era actual, la gente puede llegar a tener unas tres o cuatro parejas, y por ello a uno le conviene estar más atento al día a día, sin embarcarse en situaciones de por vida. Y no por nada en concreto, sino porque es el amor el que dura como sentimiento en las personas y ese sentimiento va intrínseco en cada individuo. Y que podrá aplicar a lo largo de su vida a una o tal vez a personas diferentes. No a la misma.

De hecho es una realidad que los cambios evolutivos en cada sujeto llevan direcciones diferentes en la mayoría de las vidas. No tienen porqué ir paralelos. Y se puede confluir en determinadas épocas históricas. No siempre.

Interesante el estar preparados para afrontar el estrés del cambio de pareja, y tenerlo ya configurado como posible. Al fin son situaciones complejas en las cuales se dan grandes vuelcos emocionales. A veces con la satisfacción de la liberación y otras con trastornos por el dolor. El amor, al fin, es la vida con su cara y su cruz. Y tal vez una persona adulta tenga que aprender a afrontarlo y convivir con ello.

Nadie dice que sea fácil, pero sí posible, no hay más que verlo. Hoy nace un amor... y tal vez mañana muera. Y así, ese es el ciclo que se repite.