En realidad si tu pareja tiene celos del muerto, de tu pareja fallecida, tiene el llamado síndrome de Rebeca. (Post anterior).
En las relaciones de pareja, conviene mucho centrarse en el aquí y el ahora. Es a la pareja actual a la que se necesita dedicarle tiempo y espacio. Curiosidad por los amores pasados, en general lo justo, ya que más bien no tiene mucho sentido.
El motivo principal es porque cada relación configura un nuevo ser y estar, como un todo conjunto y a veces con el paso del tiempo ya no se es la misma persona, ni "el otro nuevo", es la misma persona, por ello la interacción entre ambos siempre será un diseño de pareja diferente.
Si se le percibe a la pareja del presente, demasiado interés por saber del pasado, de la pareja o parejas anteriores, de cómo eran, de qué hacían, como sugerencia conviene canalizar esos intereses hacia el presente. No hay porqué dar cuentas de la vida de uno a alguien que llega nuevo.
La persona tiene que ser jefe de su propia experiencia y guardar su intimidad, aunque si algo desea compartir de su pasado está en su derecho. No obstante si el otro se enfada porque no se le cuenta, tendrá que explicar sus motivos. La experiencia sexual es algo íntimo que pertenece a ambos, por ello cuando se desvela a un tercero, se habla también de datos de esa tercera persona, y en realidad es una forma de faltar al respeto.
En algunas parejas cuando se le habla de otros amores anteriores surgen importantes conflictos. Pueden comenzar las comparaciones y unas veces por inseguridades y celos, o necesidad de ser exclusivos. Hay gente que se obsesiona y crea muchos problemas.
En el caso de los celos por la persona difunta, cuando llegan a obsesionarse por el control, evidenciado en la necesidad de saberlo todo, es mejor que se vaya solucionando cuanto antes. El solicitar ayuda y acudir a la consulta de un psicólogo especialista en terapia de parejas, ayuda a solucionar y avanzar, ya que puede ser una tortura para el otro. Y es obvio que en estas circunstancias la pareja puede finalizar.
Las personas inteligentes se anticipan en lo que pueden y sobre todo desean resolver. Los celos enfermizos se vuelven insoportables y estar preguntando por un difunto, es difícil de asimilar...!
En las relaciones de pareja, conviene mucho centrarse en el aquí y el ahora. Es a la pareja actual a la que se necesita dedicarle tiempo y espacio. Curiosidad por los amores pasados, en general lo justo, ya que más bien no tiene mucho sentido.
El motivo principal es porque cada relación configura un nuevo ser y estar, como un todo conjunto y a veces con el paso del tiempo ya no se es la misma persona, ni "el otro nuevo", es la misma persona, por ello la interacción entre ambos siempre será un diseño de pareja diferente.
Si se le percibe a la pareja del presente, demasiado interés por saber del pasado, de la pareja o parejas anteriores, de cómo eran, de qué hacían, como sugerencia conviene canalizar esos intereses hacia el presente. No hay porqué dar cuentas de la vida de uno a alguien que llega nuevo.
La persona tiene que ser jefe de su propia experiencia y guardar su intimidad, aunque si algo desea compartir de su pasado está en su derecho. No obstante si el otro se enfada porque no se le cuenta, tendrá que explicar sus motivos. La experiencia sexual es algo íntimo que pertenece a ambos, por ello cuando se desvela a un tercero, se habla también de datos de esa tercera persona, y en realidad es una forma de faltar al respeto.
En algunas parejas cuando se le habla de otros amores anteriores surgen importantes conflictos. Pueden comenzar las comparaciones y unas veces por inseguridades y celos, o necesidad de ser exclusivos. Hay gente que se obsesiona y crea muchos problemas.
En el caso de los celos por la persona difunta, cuando llegan a obsesionarse por el control, evidenciado en la necesidad de saberlo todo, es mejor que se vaya solucionando cuanto antes. El solicitar ayuda y acudir a la consulta de un psicólogo especialista en terapia de parejas, ayuda a solucionar y avanzar, ya que puede ser una tortura para el otro. Y es obvio que en estas circunstancias la pareja puede finalizar.
Las personas inteligentes se anticipan en lo que pueden y sobre todo desean resolver. Los celos enfermizos se vuelven insoportables y estar preguntando por un difunto, es difícil de asimilar...!