Las personas y las parejas crean sus propios significados en relación a sus vidas, algo propio, algo copiado de otros, de la sociedad... Forma parte del subjetivismo.
De todas formas existen circunstancias especiales en las que la gente crea muchos supuestos, fantasías y esquemas mentales falsos.
Y la sexualidad y relaciones son un campo muy sensible, rodeado de inseguridades, temores, donde uno escuchó una historia, o tuvo alguna experiencia y llegó a conclusiones fantasmagóricas. Y lo peor, que le perjudican.
En la sexualidad importa mucho despejar la mente, librarse de mitos, y aprender a actuar en lo posible fluyendo con la situación, nada de expectativas sublimes, que traen posteriormente muchas decepciones, y en consecuencia fracasos.
Un importante secreto es este:
Sentir el momento presente, vivir en el aquí y ahora, fluir con la situación. Y las claves del sentir, son esas, ni antes, ni después.
Quien paladea una bebida exquisita la siente, mientras está tomando la copa y observando el color, la acerca y percibe su aroma, transparencia, su densidad. Cuando va bebiendo e introduciendo despacito la bebida en su boca, y sus labios se impregnan del líquido, su boca lo recibe, y su lengua saborea. Suavidad, texturas, emociones sensoriales gustativas y olfativas se despliegan. Y todas las sensaciones unidas llevan a la mente de la persona y a su ser, la maravillosa sensación del placer de la bebida.
Es la percepción del momento presente la que acompaña a su sentir.
Es la vivencia presente del baile sensual, del placer sexual, la que otorga el máximo placer. Los que alcanzan la dicha del poder del presente, poseen las mieles del secreto menos conocido del cúlmen sexual... PASA POR LOS SENTIDOS...(SIGUE...)