La felicidad es así, un día tienes momentos felices y aprendes que con ello flotas y estás encantado y ríes y lo pasas bien. Y otro día lo repites y así memorizas ese bienestar.
En otro momento te ocurre otra situación bella y de bienestar y que te hace sentir con fuerza y con energía y felicidad.
Y así sucesivamente aprendes qué situaciones te lo provocan y en lo que puedes, te lo vas buscando y lo repites.
Desde el cerebro se produce una sustancia, la dopamina que acompaña a esos momentos de felicidad. Como dice la psicología del condicionamiento parece que ante los mismos estímulos la gente va disminuyendo su respuesta. Necesita entonces mayor intensidad del estímulo para generar las mismas satisfacciones.
Esto mismo ocurre en el mundo de la adicción, para lograr lo mismo más cantidad de sustancia.
Se necesita el movimiento y la vida para descubrir nuevas felicidades.
Los principales mensajes que todo ello significa están en relación con lo siguiente:
-Las personas, situaciones, y objetos que a uno le hagan feliz, hay que frecuentarlos, vivirlo, conseguirlos. Y en lo posible aprender a disfrutar de las mejores vivencias.
-Explorar nuevos horizontes, experiencias, gente nueva, y así descubrir lo que se va sumando a esas felicidades anteriores, acumular más recuerdos felices en la memoria trae más felicidad.
-Cada momento de felicidad que se viva, la persona aprendió a construirse mejor calidad de vida. Y la persona intentará repetirlo y alcanzarlo de nuevo.
-Cada día se demuestra más que la felicidad depende de lo que las personas hagan con sus vidas, son protagonistas y si la saben crear la tendrán más cerca. La gente aprende y será capaz de revivirla creando más.
-Los que esperan que la felicidad les llegue a las vidas se pierden demasiado, a veces puede llegar y otras no. El que lo trabaja, lo consigue. Porque aprende a ser protagonista, autónomo y libre para conseguirla. Cada vez más. Por ello se dice que las personas felices se crean vidas felices.
En otro momento te ocurre otra situación bella y de bienestar y que te hace sentir con fuerza y con energía y felicidad.
Y así sucesivamente aprendes qué situaciones te lo provocan y en lo que puedes, te lo vas buscando y lo repites.
Desde el cerebro se produce una sustancia, la dopamina que acompaña a esos momentos de felicidad. Como dice la psicología del condicionamiento parece que ante los mismos estímulos la gente va disminuyendo su respuesta. Necesita entonces mayor intensidad del estímulo para generar las mismas satisfacciones.
Esto mismo ocurre en el mundo de la adicción, para lograr lo mismo más cantidad de sustancia.
Se necesita el movimiento y la vida para descubrir nuevas felicidades.
Los principales mensajes que todo ello significa están en relación con lo siguiente:
-Las personas, situaciones, y objetos que a uno le hagan feliz, hay que frecuentarlos, vivirlo, conseguirlos. Y en lo posible aprender a disfrutar de las mejores vivencias.
-Explorar nuevos horizontes, experiencias, gente nueva, y así descubrir lo que se va sumando a esas felicidades anteriores, acumular más recuerdos felices en la memoria trae más felicidad.
-Cada momento de felicidad que se viva, la persona aprendió a construirse mejor calidad de vida. Y la persona intentará repetirlo y alcanzarlo de nuevo.
-Cada día se demuestra más que la felicidad depende de lo que las personas hagan con sus vidas, son protagonistas y si la saben crear la tendrán más cerca. La gente aprende y será capaz de revivirla creando más.
-Los que esperan que la felicidad les llegue a las vidas se pierden demasiado, a veces puede llegar y otras no. El que lo trabaja, lo consigue. Porque aprende a ser protagonista, autónomo y libre para conseguirla. Cada vez más. Por ello se dice que las personas felices se crean vidas felices.