A veces esconde unas ansias de perfeccionismo y orden extremo, pueden ser personas que se convierten en dominantes y se incomodan cuando el entorno no es como ellos quieren.
Les cuesta comprender la multiplicidad de datos, de opiniones, de posturas, sufren al tener dificultades para concebir la diversidad. Parece que para estas personas, lo poco frecuente, lo diferente o lo nuevo, es malo.
Las causas pueden estar relacionadas con la forma en la que fueron tratados desde pequeños, quizás un ambiente muy crítico y exigente, que confrontaba al niño con desafíos demasiado elevados para su edad y momento evolutivo.
Si los familiares más cercanos, eran escasamente afectuosos con él, puede que el conjunto de las pautas educativas desfavorables, haya repercutido en el desarrollo de una personalidad más insegura y con falta de confianza en sí mismos.
Que le haya creado importantes sentimientos de inutilidad y escasa valía personal. De ahí que por su inseguridad, tenga que aferrarse de forma desesperada y rígida a un conjunto de pensamientos limitantes, escasos y excluyentes.
La clave de la superación pasa por asomarse a la multiplicidad de datos del mundo y universalidad de culturas. Tratar de desarrollar la comprensión y tolerancia, saliendo de la concreción al mundo del abstracto.
Experimentando variedad de situaciones vitales, saliendo de su restringido mundo. Cambiando de hábitos. Interactuando con personas de diversos ambientes. Respirando en contextos inexplorados. Y así, descubriendo la universalidad, que le permita salir a la luz.
Y así llegar a comprender que en la vida nada ni nadie es perfecto. Es un avanzar aprendiendo, y cambiando. Es de sabios.