martes, 17 de diciembre de 2013

EL CELOSO Y SEXUALIDAD / JEALOUS AND SEXUALITY (I)


La persona celosa tiene sentimientos y estados de ansiedad y sobre todo mucho miedo a perder a la pareja que tiene y “posee”, o así lo cree. Sufre gran desconfianza y sospecha permanentes, y le lleva a infinitud de preguntas y comprobaciones, discusiones y conflictos frecuentes y todo ello en el día a día deteriora irreversiblemente la relación, pues la pareja no suele soportar esa presión. La vida se vuelve una locura para el celoso lleno de ese sentimiento obsesivo y paralizador de temor a perder a la persona que “cree que ama”, se vuelve hiper controlador y prácticamente la tortura con su confusión y caos, (Jacques Cardonne denominaba a los celos, “el vicio de la posesión”). 

La persona celosa no es que esté más enamorada o lo suyo sea un inmenso amor, más bien es una persona enferma psicológicamente, muy preocupados por sí mismos y no les importa hacer daño a la persona amada, tienen gran inseguridad en sí mismos, baja autoestima, terror a la soledad y también se ha descontrolado su necesidad de posesión del otro, no ha aprendido a tener unas relaciones democráticas donde ambos participan, es una persona que tiene que dirigir y controlar. 

Y en muchas ocasiones los estados de celos ni siquiera se producen por la pena de perder a la otra persona, sino por el qué dirán. En el fondo la persona celosa tiene componentes sadomasoquistas y neuróticos que le llevan a enrarecer de tal forma la calidad de vida que va destruyendo la relación, no les sirve ninguna explicación racional y siguen en su mente dándole vueltas de lo que puede haber ocurrido. Existe la probabilidad de que sea una proyección de sus propios deseos de infidelidad, y obviamente, no son conscientes. 

Ocurre en algunas ocasiones que la pareja se haya dado un tiempo para pensarlo, o que se habían dejado y luego vuelven, que como haya habido durante ese paréntesis, alguna relación con un tercero, si se lo cuentan a la persona celosa, se convierte en realidad en el principio del fin. Parejas muy bien avenidas y felices que llegado un momento se han contado esas intimidades, han producido literalmente la ruptura de la pareja. Desconfianza plena y total, control exhaustivo y exigencias continuadas. Ello va minando la armonía y la felicidad del encuentro se convierte en broncas, el cariño y la ternura, y los sentimientos armónicos desaparecieron. Las actitudes del enfermo celoso atentan contra la autonomía del otro y la falta de tolerancia lo convierte en un tirano. 

La víctima de los celos ve que su vida de pareja se está convirtiendo en un infierno. Las relaciones sexuales disminuyen y pierde totalmente el deseo de contacto. Ello produce más sospechas aún y el círculo de conflicto se agrava. A este momento la víctima suele desear ya dejar la relación. Por otro lado entre las tipologías de celos, hay otros perfiles más graves como las personas alcohólicas que llegan a delirar y creerse sus propias fantasías y otros tipo de celosos delirantes, que pueden llegar incluso a matar. Están convencidos de que la otra persona es de su propiedad y suelen pensar que “si no es para mí, no es para nadie” y cuando la ven con otro se sienten heridos, abandonados, minusvalorados, rechazados y la rabia les puede convertir en asesinos. (SIGUE...)