.JPG)
Avia y Vázquez (1998) al analizar esta capacidad
humana de mantener una visión positiva de la vida hasta en situaciones
adversas, analizaron una investigación de Wortman y Silver (1987), en la cual,
entrevistaron a personas que habían sufrido un accidente del cual resultaron
serias lesiones medulares. Fueron entrevistados a la semana del accidente y
también tres y ocho semanas después. A estas personas se les preguntaba por las
emociones que habían tenido en la última semana. A parte de las ya presentes
desde los primeros días, después de la tercera semana los sentimientos de
felicidad sustituían a los de ansiedad, depresión e ira, y presentaban una
tendencia al alza, a diferencia de las emociones negativas. Al comentar esta
investigación, Avia y Vázquez (1998) preguntan: "¿Cómo es posible que una
persona tenga sensaciones de bienestar en esas circunstancias?". Según
estos investigadores del comportamiento humano, existen algunas probables
explicaciones:
Una sería el posible cambio de esquemas mentales, en la forma de dar significado a los hechos y la vida. Valorarían más que antes las relaciones afectivas y sociales.
Otra explicación era que sencillamente volvían a una forma más humana de percibir aspectos positivos en la vida, a pesar del drama que pudiera haber ocurrido.
Una tercera explicación estaba relacionada con compararse con personas que estaban en peores condiciones y esto les produciría alivio, siendo un modo de afrontamiento "espíritu de lucha", el “pensar en otras personas que están peor que uno", que es una forma de mejorar el sufrimiento.
La verdad es que en general no estamos abiertos para aprovechar positivamente lo malo que nos pueda ocurrir. Lo más corriente es que lo negativo sea tan evidente y cause tanto impacto que nos desestabilice e impida mirar las cosas de otra forma.
A veces es necesario un cierto "distanciamiento" (esta capacidad distintivamente humana, destacada por la logoterapia) para que uno no se fusione con un hecho negativo, lo que permite a la persona una mayor perspectiva, ampliando su campo de visión, incluyendo todas las opciones disponibles y no solamente el hecho más evidente del momento, que puede ser muy negativo.
El sufrimiento no es un pre-requisito para el desarrollo personal pero tampoco es un obstáculo para ello; puede incluso representar una oportunidad para crecer personal y espiritualmente. Hablando de sufrimiento y sentido de vida, Frankl (1999) pregunta y él mismo contesta: "¿Quiere esto decir que sea necesario el sufrimiento para hallar un sentido a la vida? No, para nada. Tan sólo insiste en que hay un sentido a pesar del sufrimiento, teniendo en cuenta que, en algún momento u otro de la vida, nos enfrentamos con un sufrimiento inevitable" (p. 190).
En cuanto al sufrimiento debido a estar enfermo, como decía Epicteto: "la enfermedad entorpece los actos del cuerpo, pero no los de la voluntad, suceda lo que suceda, de cada uno depende sacar en todo el mayor bien y provecho”.
¿Cuál es la fuerza que ayuda a algunas personas a superar poderosos obstáculos en su vida? ¿Se nace con ella o es posible cultivarla? ¿Cómo se logra conservar la esperanza cuando uno se siente totalmente desesperado?
Resulta difícil poner en palabras: “en qué consiste exactamente la capacidad de la fuerza interior”. Es posible que se trate de una suma de ingredientes como capacidad de transformación del dolor en lucha, de entrega, voluntad, confianza, constancia, capacidad para actuar, resistencia, ver la vida de otra manera…, siendo el resultado diferente para cada persona.
Cuando más se puede activar esta capacidad, es en las situaciones que suponen un desafío ya que son momentos en que se pierde la seguridad externa que ofrecía la vida hasta entonces. (SIGUE...)
Una sería el posible cambio de esquemas mentales, en la forma de dar significado a los hechos y la vida. Valorarían más que antes las relaciones afectivas y sociales.
Otra explicación era que sencillamente volvían a una forma más humana de percibir aspectos positivos en la vida, a pesar del drama que pudiera haber ocurrido.
Una tercera explicación estaba relacionada con compararse con personas que estaban en peores condiciones y esto les produciría alivio, siendo un modo de afrontamiento "espíritu de lucha", el “pensar en otras personas que están peor que uno", que es una forma de mejorar el sufrimiento.
La verdad es que en general no estamos abiertos para aprovechar positivamente lo malo que nos pueda ocurrir. Lo más corriente es que lo negativo sea tan evidente y cause tanto impacto que nos desestabilice e impida mirar las cosas de otra forma.
A veces es necesario un cierto "distanciamiento" (esta capacidad distintivamente humana, destacada por la logoterapia) para que uno no se fusione con un hecho negativo, lo que permite a la persona una mayor perspectiva, ampliando su campo de visión, incluyendo todas las opciones disponibles y no solamente el hecho más evidente del momento, que puede ser muy negativo.
El sufrimiento no es un pre-requisito para el desarrollo personal pero tampoco es un obstáculo para ello; puede incluso representar una oportunidad para crecer personal y espiritualmente. Hablando de sufrimiento y sentido de vida, Frankl (1999) pregunta y él mismo contesta: "¿Quiere esto decir que sea necesario el sufrimiento para hallar un sentido a la vida? No, para nada. Tan sólo insiste en que hay un sentido a pesar del sufrimiento, teniendo en cuenta que, en algún momento u otro de la vida, nos enfrentamos con un sufrimiento inevitable" (p. 190).
En cuanto al sufrimiento debido a estar enfermo, como decía Epicteto: "la enfermedad entorpece los actos del cuerpo, pero no los de la voluntad, suceda lo que suceda, de cada uno depende sacar en todo el mayor bien y provecho”.
¿Cuál es la fuerza que ayuda a algunas personas a superar poderosos obstáculos en su vida? ¿Se nace con ella o es posible cultivarla? ¿Cómo se logra conservar la esperanza cuando uno se siente totalmente desesperado?
Resulta difícil poner en palabras: “en qué consiste exactamente la capacidad de la fuerza interior”. Es posible que se trate de una suma de ingredientes como capacidad de transformación del dolor en lucha, de entrega, voluntad, confianza, constancia, capacidad para actuar, resistencia, ver la vida de otra manera…, siendo el resultado diferente para cada persona.
Cuando más se puede activar esta capacidad, es en las situaciones que suponen un desafío ya que son momentos en que se pierde la seguridad externa que ofrecía la vida hasta entonces. (SIGUE...)