martes, 3 de noviembre de 2015

LA MANÍA / MANIA (I)



Las personas que sufren episodios de manía, suelen disponer de mucha euforia, energía y humor. Como llegan a sentirse en perfecto estado, incluso extraordinariamente bien, no se consideran enfermos ni solicitarán tratamiento.

Y así es muy difícil ayudarlos.

Es cuando la manía disminuye en su intensidad cuando se van dando cuenta de sus problemas y pueden sentirse arrepentidos y muy culpables de lo que han hecho, incluso pueden deprimirse.

En episodios de manía, llegan a poner en riesgo a su familia, si toman decisiones desde su grandiosidad, como firmando altas deudas, o tomando decisiones equivocadas sobre negocios o empresas que pueden llevar a la familia a la ruina.

Hay casos en los que esas decisiones han sido tomadas desde un estado psicológico de una total "falta de realidad". 

A veces tienen mucha reactividad, se toman todo muy a pecho, se enfadan fácilmente, y pueden llegar a ponerse coléricos con discusiones fuertes.

En general cuando están pasando por un episodio de manía, se vuelven muy dominantes y déspotas, y por el alto grado de hostilidad que pueden alcanzar, para las personas implicadas de su entorno, se vuelve imposible razonar con ellos.

Ellos sí pueden dar lecciones a todo el mundo, pero los demás no pueden decir nada ya que se enfadan mucho.

Hacen todo lo posible para "salirse con la suya", siendo imposible frenarles.

El conjunto de su comportamiento puede hacer sufrir mucho a sus familiares, por la imposibilidad de ponerles límites, a la vez que se ven pagando las consecuencias de su falta de coherencia...(SIGUE...)