El perfil del celoso delirante evidencia que tiene un
fuerte deseo de dominio y control y en el caso de estar en una fase de
separación, se vuelve como un espía perseguidor, amenaza de múltiples formas y
muchos incluso diciendo que “si los dejan se suicidan. Manipula de mil maneras
para conseguir someter a la pareja. Se siente inferior, su autoestima tan baja
que progresivamente va generando mucha agresividad y con ello el peligro de
violencia va aumentando.
Todo el conjunto de disfunciones psíquicas y trastornos
que tiene una persona celosa, como es natural, no sólo se manifiestan en
relación a los posibles amantes que pueda tener su pareja, sino en el día a día
de la vida, poniendo de manifiesto a una persona desequilibrada con
inseguridades, pretensiones de dominio y exclusividad, llegando incluso a
intentar aislar a la pareja del resto de personas de su entorno como familia y
amigos. En este contexto la víctima vive sofocada y las relaciones amorosas se
han difuminado. Llegados a este nivel, la satisfacción de pareja se ha
transformado en asfixia para la víctima.
Y este tipo de relación, no suele funcionar.
Incluso llegan a quererse entrometer tanto en lo que imaginan que fue, que
torturan con preguntas como que tal lo hacía la otra persona, como era el tamaño,
que posiciones, cómo besaba… una obsesión… y un gran sufrimiento para ambos. Si
después de hablar con claridad y confianza la pareja percibe que está cerrado a
posibles explicaciones, que permanece en su terquedad y obsesión, y este cuadro
se repite, antes de que se agrave y erosione más, a la pareja le urge que el
celoso solicite consulta para terapia, ya que al fin con sus desequilibrios
amarga la vida de los de su entorno, vive en el pasado o en el futuro y su
ansiedad y angustia lo está destruyendo.
Si se niega a acudir a terapia para
superar los celos, la pareja también tiene una vía de salida segura, la
separación, nada ni nadie la está obligando a permanecer allí, si la otra
persona es masoquista y se quiere deshacer la vida, ella no tiene porqué entrar
en ese círculo y que tenga la certeza de que “como antes” que es la trampa
mortal en la que caen muchas parejas, ya no volverá a ser nunca más. Las
personas cambian y no pueden ser como antes.