Sí, cuidar la autoestima es fundamental ya que es responsable de muchas actuaciones, de los éxitos y de los fracasos. Mejora el potencial de la persona para desarrollar sus ejecuciones, e incrementa la seguridad personal, y cuando es baja puede contribuir hacia la derrota y el fracaso. En realidad la alta autoestima va creando un concepto positivo de sí mismo.
En cada caso, según las experiencias de cada uno, se diseña un plan estratégico y así trabajando en ese proyecto, se va mejorando. Sí hay unas actuaciones generales que también valen para mucha gente.
-Conocerse así mismo, las limitaciones, habilidades y potencial. Dedicar un tiempo a pensar observándose a uno mismo. Qué actividades desempeña con más facilidad y ante cuales se aprecia menos suelto. Permitirse ser objetivo sin sufrir ante los resultados y las limitaciones. En este planeta cada uno aprende sus lecciones (si tiene la suerte), es la manera de vivir mejor.
-Cultivar y focalizarse en lo que la persona se vea de valioso, de positivo, sea poco o mucho, ser consciente y pensar en ello. Aprender a practicar también en lo que represente límites y desafíos. Es una forma de ampliar el terreno de su definición positiva. Establecer metas diarias, semanales o mensuales, según qué comportamientos esté interesado en mejorar y actuar. La práctica da seguridad al sujeto y le sirve para consolidar niveles, y así sucesivamente hasta el siguiente paso.
-En las relaciones con los demás, aplicar la asertividad siendo sinceros, defendiendo lo propio, y respetando a los otros. Igualmente aplicando un proceso de secuencias graduales. Lo de un día, sumado a otro y así seguir.
Llevando estos objetivos de funcionamiento se puede comprobar que el concepto que cada uno ha elaborado de sí mismo, evoluciona a lo largo de su vida produciendo una madurez progresiva de su personalidad.
La persona saludable suele poseer una idea positiva de sí mismo, existe una coherencia entre lo que uno es y lo que uno piensa de él mismo, siente y actúa.
Y sobre todo pensar en procesos, no se requiere el cambio drástico ya. Los entrenamientos necesitan tiempo y espacio y la tolerancia, comprensión y paciencia con uno mismo, son como aplicar el amor para permitirse crecer.
En cada caso, según las experiencias de cada uno, se diseña un plan estratégico y así trabajando en ese proyecto, se va mejorando. Sí hay unas actuaciones generales que también valen para mucha gente.
-Conocerse así mismo, las limitaciones, habilidades y potencial. Dedicar un tiempo a pensar observándose a uno mismo. Qué actividades desempeña con más facilidad y ante cuales se aprecia menos suelto. Permitirse ser objetivo sin sufrir ante los resultados y las limitaciones. En este planeta cada uno aprende sus lecciones (si tiene la suerte), es la manera de vivir mejor.
-Cultivar y focalizarse en lo que la persona se vea de valioso, de positivo, sea poco o mucho, ser consciente y pensar en ello. Aprender a practicar también en lo que represente límites y desafíos. Es una forma de ampliar el terreno de su definición positiva. Establecer metas diarias, semanales o mensuales, según qué comportamientos esté interesado en mejorar y actuar. La práctica da seguridad al sujeto y le sirve para consolidar niveles, y así sucesivamente hasta el siguiente paso.
-En las relaciones con los demás, aplicar la asertividad siendo sinceros, defendiendo lo propio, y respetando a los otros. Igualmente aplicando un proceso de secuencias graduales. Lo de un día, sumado a otro y así seguir.
Llevando estos objetivos de funcionamiento se puede comprobar que el concepto que cada uno ha elaborado de sí mismo, evoluciona a lo largo de su vida produciendo una madurez progresiva de su personalidad.
La persona saludable suele poseer una idea positiva de sí mismo, existe una coherencia entre lo que uno es y lo que uno piensa de él mismo, siente y actúa.
Y sobre todo pensar en procesos, no se requiere el cambio drástico ya. Los entrenamientos necesitan tiempo y espacio y la tolerancia, comprensión y paciencia con uno mismo, son como aplicar el amor para permitirse crecer.