En el campo de las enfermedades psicosomáticas también están presentes como es natural, los componentes del cuerpo y la mente relacionados con la sexualidad. Las enfermedades de esta zona corporal tienen una correspondencia en lo mental de un gran sentimiento de culpa por lo sexual, bien sea por practicarlo, por los deseos, por la imaginación, por todo lo que tenga que ver con ello.
En estos casos las personas necesitan ser castigadas, comportamientos que finalmente acabaran en situaciones para castigarse, por ello es fácil que se busquen inconscientemente situaciones, lugares o personas con poco cuidado y prevención, prácticamente apartando de su mente y su ser todos los controles. Con ello se arriesgan a múltiples contagios.
En su consciente o inconsciente tienen un sentimiento, en muchos casos desde la niñez, y unas ideas relacionadas con la sexualidad como algo sucio y pecaminoso. En su contexto educativo puede ser que tuvieran personas traumatizadas por lo sexual y se lo transmitieran.
En la terapia psicologíca con estas personas, según los casos, interesa mucho ayudarles a superar esas creencias limitantes sobre la sexualidad. Su evolución tiene que ir dirigida a aceptar su sexualidad plenamente, como un importante componente del ser y sin asociarla a problemas o complejos.
Para superar esas creencias destructivas, llegar a desarrollar un potencial de amor y aceptación por toda su persona, sintiéndose orgullosa y apoyada cuando tiene ocasiones o comportamientos relacionados con ello.
Conseguir la plenitud de su sexualidad, al sentirla y al compartirla.