Contando con la gran diversidad y especificidad humana, la realidad implica que hay casos diversos. La mentira forma parte de las vidas y como tal, es independiente del género. Tan mentiroso puede ser el hombre como la mujer. Este escenario de prostitución, es un ejemplo más de todo el universo de mentiras.
Y en el mundo de las mentiras, a veces ocurre esto:
Y en el mundo de las mentiras, a veces ocurre esto:
Los hombres que dicen se van a hacer deporte, puede, y a los puti-clubs también.
Que dice va de cena con los amigos. Y de prostitutas a continuación.
Que dice va a ver un partido al bar con los amigos, y a los clubs de alterne también.
Que celebran una despedida de soltero, si, y después...
Que tiene que viajar por trabajo, sí, y ...
Que cobra el sueldo del mes... y empieza por gastarse en...
En el caso de que sean hombres casados, por supuesto aman muchísimo a la esposa. Lo del sexo pagado no tiene nada que ver, según dicen.
Cuenta, como una participante más, una mujer integrante de ese contexto, la persona dedicada a la prostitución. Incluso a veces estando en reunión cliente y prostituta, si recibe la llamada de la esposa, contesta: sí, estoy en una reunión de trabajo, al terminar voy para casa. O sí, estoy saliendo de la finca, voy para ahí... O llevé a arreglar el reloj, al terminar voy...
A su vez, existen multitud de hechos que lo corroboran, mentiras, que también cuenta y que ha escuchado del marido, la otra parte, la esposa. A veces al marido le llegan gastos "imprevistos", entonces... tuvo que cambiar las ruedas del coche, o el aceite... o le pusieron una multa de tráfico. Cuando un hombre quiere justificar gastos ante la esposa, lo tiene fácil, las justificaciones son infinitas...
Esas prácticas desde siempre existen. Lo importante es que también la gente recuerde la presencia de las enfermedades venéreas.
En los meses que estuve realizando una investigación en la sección de infecciosos en un hospital, a pacientes de VIH-SIDA, también fui testigo del riesgo que la gente corre en el día a día. Entre otros muchos, estuve entrevistando a una mujer con VIH, de apariencia muy saludable, joven y guapa, que se dedicaba a la prostitución. Cuando hablando con ella le dije: usarás preservativo no?, me contestó: "que se jodan, que a mi también me lo contagiaron"...
Es cierto que la mentira forma parte de la humanidad también, y a veces tener mano izquierda para la desconfianza, es ni más ni menos que inteligencia.