La ambición está relacionada con la fuerza y la energía para llegar a tener y poseer "todo". En unos casos es más dinero, sumado o no a más posesiones, más amigos, más poder, más y más.
La ambición despierta y activa a la motivación y el interés, la fuerza poderosa que mueve hacia la búsqueda y consecución de proyectos metas y objetivos. A veces la ambición es ciega y arrastra ideas, familias, valores, se vuelve destructiva y arrasa todo lo que se encuentra con tal de conseguir sus metas.
Tiene una parte negativa si la persona para conseguir sus objetivos tiene que atropellar, hacer cualquier cosa y de cualquier manera, sufriendo, rogando, humillándose y yendo contra su ser. Desde esta perspectiva sería como una persona avariciosa que pone los ojos en la obsesión y lucha por algo hasta conseguirlo, perdiendo si fuera necesario familia, amigos y metiéndose en problemas.
Esta parte negativa de la ambición está en función de las personalidades y las ideas que uno tenga. Una persona se puede obsesionar con algo y tratar de conseguirlo, implicando a personas e incluso aunque ello sea muy dañino para la gente.
Y tiene otros aspectos muy positivos y constructivos como luchar por las metas que uno desea, y aplicando determinación y esfuerzos, llegar lejos. Es decir mejorar, superarse, y evolucionar. A veces la persona ambiciosa se vuelve muy fuerte, despliega una gran voluntad y determinación. Y es muy saludable trabajar hacia la motivación de logro. Ello favorece los avances de la humanidad.
La ambición sana ayuda a los trabajadores, investigadores, profesionales y a los ciudadanos a ser mejores, y dentro de un equilibrio puede llevar a consecuciones importantes y muchas alegrías a las vidas. Las personas que salen de su zona de confort, avanzan y continúan descubriendo nuevos horizontes y consiguiendo retos, cada uno a su nivel de elecciones, son más felices que si permanecen parados ahí, con su comodidad del "siempre lo mismo". Con todos los respetos, cada uno que elija lo que prefiera.
De hecho gracias a la gente con motivación de logro y ambición sana, la humanidad avanza, evoluciona y en realidad es una fuerza que algunas personas poseen como un potencial más, al servicio no sólo particular, sino de la humanidad. Y lo mejor es cuando esa ambición tiene unas relaciones equilibradas con el resto de los componentes del ser, inteligencia, afectividad, potencial de acción, emociones y relaciones.