Lo personal e íntimo puede ser una gran curiosidad para otros. Aclarando, como bien se sabe, que las fantasías íntimas llegan a ser para muchos secretos inconfesables. En realidad lo privado no tiene porqué ser contado, si uno no desea compartirlo, siempre puede si se siente abordado, inventar otros asuntos de paso.
A veces los amantes se cuentan las fantasías y se entretienen tratando de llevarlas a lo real. Unas por uno, unas por otro, al fin dan mucho juego. En otras ocasiones les da vergüenza, tanto si lo sienten como demasiado vulgar o perverso o como muy fuerte en otras ocasiones, al fin, nunca lo contarían.
Las mujeres a veces llegan a imaginar que son violadas y manifiestan el gusto por el sometimiento en unas circunstancias de prisión. Dominación. Otras, imaginar y sentirse como una prostituta recibiendo hombres... Otras como el técnico que llega al domicilio y la mujer algo aburrida y sedienta de emociones, se lanza a seducirlo.
Otras veces se imaginan haciendo el amor con algún actor o con otros hombres que conozcan. En ocasiones imaginan varias personas, tres o más, manteniendo relaciones de conjunto.
Imaginar las relaciones sexuales como una oportunidad de sexo oral con algún encuentro fortuito. Tener ocasión con desconocidos en trayectos de transportes públicos...
Los hombres también imaginan algo que les da gran excitación, la felación, sexo oral.
Fantasear cómo su pareja se masturba siendo mirada por ellos.
Otras veces se excitan deseando el sexo anal y tienen miedo de manifestarlo, solo en mucha confianza. No quieren ser considerados como un gay, y sí sueñan con las caricias de dedos femeninos. Los hombres tienen especial sensibilidad en la zona anal, su punto "g" está situado aproximadamente a la mitad desde la zona detrás de los testículos hasta el ano, en la próstata. Por ello esos deseos que tienen y se puede estimular tanto desde dentro como desde fuera.
En otras ocasiones sueñan con dominar mediante la seducción, ante una mujer que se resiste y finalmente sucumbe en sus brazos.
Fantasean también con las perversiones sexuales, aplicadas a su pareja o a otras mujeres.
Tener fantasías forma parte del imaginario erótico y de una salud mental. No conviene asustarse, forma parte de los humanos, y sobre todo porque la imaginación es un don muy especial, un potencial, una cualidad humana y en la sexualidad también cumple su función. Si con ello sirve para que haya más pasión, alegrías y satisfacciones... mejor.
Precisamente en muchas enfermedades del deseo sexual, el imaginario erótico, está bloqueado.