No es lo mismo, vivenciar algo y experimentarlo, que hablar desde la teoría.
La verdadera asimilación del conocimiento se produce cuando este se ha experimentado, cuando la persona ha ejecutado acciones o comportamientos relacionados con lo que dice. Por ello muchas veces la gente habla por hablar y se pone a teorizar. No es que lo haga con malas intenciones sino que en principio le parece que llegado el caso sería así. El mundo de las suposiciones.
Cuando se escucha a alguien que no es experto en lo que está diciendo, es obvio que lo que habla pueda que no sea real, por ello a la hora de creer en lo que dicen, cuidado, y como sugerencia, mejor con reservas. En las parejas y relaciones de confianza se producen muchos choques y frustraciones cuando uno de los dos miembros afirmó en su momento algo que le parecía que era de tal forma, y posteriormente cuando llegó el momento de lo real, hizo totalmente lo opuesto.
Por ello su pareja se sintió engañada y frustrada desde su condición de oyente: cómo puede ser que ahora desees esto o hagas esto, si yo te había escuchado tal cosa diferente y opuesta !!
Cuando uno se está jugando temas de valor para él, centrales y esenciales, conviene poner cuidado, ser observador y muy consciente del alcance que ello tiene para el otro.
Y ya se ve un claro ejemplo de lo que estamos diciendo, leer en un libro cómo sabe una manzana al comerla, nunca será lo mismo que comer una manzana, los olores, el jugo, las texturas, el crujir, la dureza...
Otro ejemplo, leer sobre hacer el amor, es muy diferente de hacerlo. La presión de los abrazos, el tacto, los olores, la duración, los movimientos, la respiración, los latidos cardíacos, los sabores, los sudores. Es decir, el conjunto de todo ello y además añadidas las propias reacciones que actúan como feed back para el otro...ya que en la experiencia y en la acción uno no sólo es observador sino también participante e incluso al participar, interviene en los resultados.
Si desconocías estos procesos mentales, tal vez no sea para acusar al otro de mentiroso, aunque es obvio, en otras ocasiones sí puede que haya sido intencionado.