El conjunto de sentimientos positivos como el afecto, el cariño y la ternura, son altamente beneficiosos para el bienestar emocional y la salud física y mental.
La ternura colorea las vidas, estimula los sentimientos de alegría, energía y capacidad para la acción.
Las personas que tienen la oportunidad de compartir sus vidas con familiares, que les aman, que son sensibles y empáticos en las relaciones, tienen más probabilidades para ser felices.
En el transcurrir de los días y los desafíos de la vida, son privilegiados, y ese contexto les puede permitir aplicar sus potenciales con mayor plenitud.
Y es evidente que en múltiples situaciones, la carencia de ternura en las relaciones humanas, desde pequeños, y así en todos los momentos evolutivos de los sujetos, puede producir enfermedades mentales serias.
En conjunto favorece el desarrollo de la confianza, y autoestima. Incrementa la seguridad en sí mismo y en esencia se convierte en el principal alimento del ser. Potencia el optimismo, el pensamiento positivo y genera fuerza personal.