lunes, 27 de abril de 2015

MOBBING, EL PROCESO / MOBBING, THE PROCESS (IV)



En general el proceso destructivo del acoso se inicia cuando la víctima le hace frente, cuando ya no es la persona sumisa de antes, ya no obedece y necesita decir "no" a algo o discrepar.

En el momento que interviene en algo que no coincida, y exponga su criterio, se ha convertido en la persona mayor enemiga del pervers@. 

Ahí se desata la furia solapada del acosador. Le molesta que tenga su sitio, que defienda su opinión o sencillamente que intente clarificar algún detalle o mandato.

Hasta ahora fue la persona que no rechistaba. Solo que el narciso perverso cada vez va a más. Vampirizando sus energías y su espacio y tratando de marginar, anular y aislar.

En el proceso, el acosador, ha procurado muy finamente seducir y engatusar a los compañeros, se busca sus apoyos, como corderos, para que le aplaudan y le apoyen en sus inventos y gracias destructivas hacia la víctima.

Se ha ocupado de que se oculte información del trabajo, para perjudicarle. Y ha creado un ambiente laboral donde los compañeros permanecen mudos, vean lo que vean, en el fondo tienen miedo de que sean ellos los próximos. Son cómplices, testigos silenciosos, pasivos, no dan ningún paso de apoyo a la víctima.

Y son los compañeros, los que de alguna forma también están dando más fuerza implícita al agresor. Al fin siente apoyo cuando le ríen las gracias malintencionadas, y cuando actúa tratando de justificar sus fechorías.

Durante el proceso de acoso el agresor miente despiadadamente, dice cosas que no dijo, utiliza el doble sentido, la ironía, las descalificaciones, las burlas, aislamiento.

Las víctimas se ven amenazadas, marginadas, aisladas, incomunicadas, y con temor a que les puedan meter en problemas o errores que no han cometido. Un tiempo que les influye para desarrollar perplejidad y miedo, angustia.

Durante el proceso, la destructividad va a más, es el plan de aniquilar a costa de lo que sea. Las salvajadas y persecución suelen ser solapadas para que no tenga pruebas con las qué acusar. Y así hasta que el acosado pide baja por enfermedad, o cambia de trabajo.

Un desastre en pleno siglo XXI. Cuando la gente presume tanto de civilización, y el mobbing, acoso psicológico en el contexto de trabajo, se produce en un aproximadamente 12,5%, según cifras de investigaciones. Probablemente es más, ya que a veces las estadísticas no reflejan la cruda realidad...8SIGUE)...