Como en otras tantas situaciones de la vida, en esto se dan múltiples puntos de vista y circunstancias. Una pareja fuera de la relación, para muchos supone un serio problema, y para otros es vida, activa la neurobioquímica, eleva la autoestima (al menos cuando todo está en marcha), mejora la salud, da alegrías, y hace sentir a la gente plena, con mucha fuerza, que se come el mundo.
A veces en la pareja mujer y hombre casado, la mujer se enamora de él y pretende que rompa con la esposa, ellas casi siempre necesitan algo más que sexo, amor. Mientras el hombre busca la química, la excitación de lo nuevo y sobre todo sexo. Muchos hombres pasan por serias dudas, por un lado, necesidad de tener una familia y a la vez tener una amante para realizar sus caprichos sexuales y sus fantasías, lo que no se atreven a pedirle "a la madre de sus hijos", y se van dejando llevar por los placeres y el instinto y dándose las grandes orgías con la amante, que sí está dispuesta a compartir sus fantasías sexuales.
Es muy difícil de entender para una mujer casada, la valoración de las relaciones intimas, en muchos casos, por lo que se observa en consulta, las situaciones de la vida son infinitas. Dándose casos para todo, por ejemplo cuando la mujer tiene sus prioridades exclusivas en educar a los hijos, su trabajo, su casa y lo de las relaciones sexuales le queda por así decirlo un poco ajeno, en último lugar. Es cierto que cumple unos mínimos, o incluso a veces no, pasando ampliamente.
Cuando nace un hijo y se va habituando al rol de madre, siente mucha responsabilidad y su día a día es eso, cuidar de todo menos del juego y ocio de la pareja. El estrés progresivo, va agotando sus energías y finalmente no tiene tiempo ni ganas para dedicar al amor, la pasión, los juegos, el sexo, la intimidad. A veces transcurre mucho tiempo sin relaciones, se acomoda, y cada vez se van distanciando más.
Muchas mujeres en realidad no conocen la psicología masculina, o lo saben y pasan, miran hacia otro lado. Hasta que la vida les da un susto. Un mensaje, una llamada... algún detalle que les pone alerta de que allí puede haber otra mujer.
Y es ahí donde se dan cuenta de que pueden perder todo lo que creían que tenían, pareja y familia. Un gran sufrimiento, que de estar con ojos abiertos se podía haber evitado.
El hombre necesita imaginación, placeres, química, novedades, cultivar el deseo y se encuentra con una pareja que no le quiere acompañar en esos horizontes. O porque no aprendió o no la interesa o realmente porque se niega a crecer en su potencial sexual.
Por ello, por esos fracasos familiares, los hombres en muchas ocasiones no sólo es que busquen, sino que se lo encuentran, y en un estado de necesidad, pierden el norte. Son responsables de su vida y de lo que hacen, ni ellos mismos lo saben. Esa misma pregunta habría que hacérsela a las mujeres. Por el estrés también perdieron el norte, ni ellas mismas lo saben.
En muchas ocasiones esto es el inicio del fin de pareja. O no, si se llega a tiempo y si la esposa decide desarrollar su potencial sexual y volverse una amante en plenitud y empieza a compartir sus locuras sexuales con el marido... si no es demasiado tarde...(SIGUE...)
A veces en la pareja mujer y hombre casado, la mujer se enamora de él y pretende que rompa con la esposa, ellas casi siempre necesitan algo más que sexo, amor. Mientras el hombre busca la química, la excitación de lo nuevo y sobre todo sexo. Muchos hombres pasan por serias dudas, por un lado, necesidad de tener una familia y a la vez tener una amante para realizar sus caprichos sexuales y sus fantasías, lo que no se atreven a pedirle "a la madre de sus hijos", y se van dejando llevar por los placeres y el instinto y dándose las grandes orgías con la amante, que sí está dispuesta a compartir sus fantasías sexuales.
Es muy difícil de entender para una mujer casada, la valoración de las relaciones intimas, en muchos casos, por lo que se observa en consulta, las situaciones de la vida son infinitas. Dándose casos para todo, por ejemplo cuando la mujer tiene sus prioridades exclusivas en educar a los hijos, su trabajo, su casa y lo de las relaciones sexuales le queda por así decirlo un poco ajeno, en último lugar. Es cierto que cumple unos mínimos, o incluso a veces no, pasando ampliamente.
Cuando nace un hijo y se va habituando al rol de madre, siente mucha responsabilidad y su día a día es eso, cuidar de todo menos del juego y ocio de la pareja. El estrés progresivo, va agotando sus energías y finalmente no tiene tiempo ni ganas para dedicar al amor, la pasión, los juegos, el sexo, la intimidad. A veces transcurre mucho tiempo sin relaciones, se acomoda, y cada vez se van distanciando más.
Muchas mujeres en realidad no conocen la psicología masculina, o lo saben y pasan, miran hacia otro lado. Hasta que la vida les da un susto. Un mensaje, una llamada... algún detalle que les pone alerta de que allí puede haber otra mujer.
Y es ahí donde se dan cuenta de que pueden perder todo lo que creían que tenían, pareja y familia. Un gran sufrimiento, que de estar con ojos abiertos se podía haber evitado.
El hombre necesita imaginación, placeres, química, novedades, cultivar el deseo y se encuentra con una pareja que no le quiere acompañar en esos horizontes. O porque no aprendió o no la interesa o realmente porque se niega a crecer en su potencial sexual.
Por ello, por esos fracasos familiares, los hombres en muchas ocasiones no sólo es que busquen, sino que se lo encuentran, y en un estado de necesidad, pierden el norte. Son responsables de su vida y de lo que hacen, ni ellos mismos lo saben. Esa misma pregunta habría que hacérsela a las mujeres. Por el estrés también perdieron el norte, ni ellas mismas lo saben.
En muchas ocasiones esto es el inicio del fin de pareja. O no, si se llega a tiempo y si la esposa decide desarrollar su potencial sexual y volverse una amante en plenitud y empieza a compartir sus locuras sexuales con el marido... si no es demasiado tarde...(SIGUE...)