lunes, 7 de abril de 2014

FOBIA ESCOLAR / SCHOOL PHOBIA



La fobia escolar se presenta aproximadamente en un 5 al 6% de la población escolar, como una preocupación importante que desestabiliza al escolar y le crea angustia, sobre todo las vísperas de clase. A veces incluso el porcentaje es mayor ya que no siempre está correctamente diagnosticada. Se le lleva al pediatra por síntomas corporales que presenta y le suelen hacer una variedad de pruebas sin dar resultado. Al fin se descartan otras enfermedades, identificando fobia a la escuela la mayoría de las veces.

En general los niños que tienen esta enfermedad, sufren vómitos, dolor de cabeza, caída del pelo, alteraciones en la piel, dolores de vientre... En conjunto un malestar psíquico y físico y una angustia, nervios y malestar psicológico, tristeza, apatía, preocupación, falta de apetito, que se les pasa aproximadamente el viernes cuando termina la semana escolar y les aparece el domingo a la mañana o a la tarde, cuando va a llegar el lunes y con ello la hora de acudir a las clases y así se repite este esquema más o menos fluctuante todos los días antes de ir a clases durante la semana.

Son alumnos que han desarrollado miedo al contexto escolar, bien a otros compañeros, o por que han sido víctimas de acoso, por amenazas o castigos de la profesora, incluso cuando se ha dirigido a otros escolares para reñirles y no al sujeto de la fobia. A veces como se preocupan, les cuesta realizar el trabajo escolar y se sienten torpes y esto es otra razón para no desear ir a clase.

Importa solucionar este problema cuanto antes, hablando con el hijo, los profesores y tutores, o si fuera preciso llevarle a terapia psicológica para que desarrolle más fuerza y confianza para afrontar esas situaciones escolares, ante las que se siente frágil y vulnerable, sin confianza ni seguridad en sí mismo. No conviene que permanezca en el domicilio puesto que se puede convertir en una trampa para él. 

Cuanto más permanezca en casa, más le costará volver a clases.

Además conviene descartar el acoso psicológico, hablando con el, con amigos y con los responsables del centro educativo, ya que si es víctima de acoso también podría haber desarrollado la fobia escolar. 

Las repercusiones que se derivan de esta psicopatología, suelen ser graves, puesto que los alumnos desean cuanto antes dejar los estudios cuanto antes y dedicarse a trabajar. Muchos jóvenes bien dotados se apartan antes de llegar a la universidad y se conforman con cualquier trabajo. En general tratado a tiempo tiene buen pronóstico.