En el campo de la rebeldía, ocurre en las personas un tipo de oposicionismo llamado reactancia psicológica. Autores como Hammock y Brehm (1966), investigaron sobre ello. Ocurre sobre todo en personas que no son muy sumisas a la norma o la ley. Ya que los que sí lo son, utilizan menos este fenómeno.
La rebeldía, reactancia psicológica o psicología inversa, es una actitud que utiliza la persona para conseguir su libertad en contextos, situaciones o con personas que la veía restringida. En el caso de una amenaza o prohibición mayor, la persona aumenta su fuerza y capacidad para tratar de oponerse o conseguir lo suyo a capricho.
Cuando una persona viva en unos aspectos de su vida mayores grados de libertad y por otra parte sufra serias limitaciones, su necesidad de reactancia será mayor.
Y con la amenaza de perder algo, igual, cuanto más fuerte sea esta amenaza, más oposicionismo y rebeldía. Además se suele coger tedio y manía a la persona o contextos que lo imponen.
En conjunto la rebeldía y reactancia, es una forma de conseguir que alguien haga algo si le solicitas lo contrario. Se puede predecir. Es la rebeldía la que les lleva a estas personas a oponerse a la autoridad o a lo que se le esté proponiendo, en función de las normas coercitivas en un momento determinado.
Todo lo prohibido se vuelve más atractivo. Y la fuerza de la rebeldía surge para salvar la propia libertad, desviándolo a uno tal vez de su propia ruta.
En conjunto parece un comportamiento inmaduro e infantil puesto que en cierto grado implica una falta de autonomía e independencia. Si basta que te prohíban algo, se hace lo contrario, a veces es probable que la persona de por sí, no hubiera elegido ni lo uno ni lo otro, sino con la libertad de su recorrido y su camino y otras opciones diferentes.
Y hasta tal punto llega a veces esta reacción que en muchas parejas que los padres habían hablado algo en contra del hombre o la mujer, es seguro... puede que en un principio ni se gustaran tanto como para llegar a más. Pero si las personas tiene mucha reactancia y rebeldía, acaban casándose. Incluso si previo a escuchar la opinión de los padres, no se gustaban tanto, con lo que oyeron les sirvió para decir: pues ahora ya veréis, definitivamente me caso...!