martes, 8 de abril de 2014

MÁS SEXO, MÁS SALUD / MORE SEX, MORE HEALTH


Sí, eso hallaron los investigadores de la universidad de Tufts, Massachusetts, en relación a los hallazgos sobre hábitos de vida que contribuyen a la salud. Y afirman que la inactividad física en su conjunto afecta a la salud en las sociedades contemporáneas, como ya se sabía, remarcando que si la mujer mantiene un ritmo de sexo aproximadamente tres veces por semana, menor riesgo de patología de infarto. O lo que es lo mismo, de no practicarlo multiplica por 3,5 ese riesgo.

Las explicaciones describen la facilidad para acumular grasa y las influencias sobre el sistema cardíaco.

Sí importa como un dato más entre el conjunto de factores benefactores sobre la salud a los cuales conviene atender. Cierto es que las personas son seres neuro-bio-psico-sociales-espirituales y cada componente del ser importa ser atendido con regularidad.

Atendiendo las recomendaciones de la directora de la investigación, Issa Dahabreh, que señala la gravedad de la falta de ejercicio no solo para el infarto sino también para desarrollar cáncer de mama o diabetes.

Aunque el ejercicio evita la acumulación de grasa y su contribución a mantener la salud ya hace años que se sabe, sí es cierto que practicar sexualidad favorece no solo por quemar grasa, sino por la satisfacción personal y los beneficios de amar y ser amado.


En mi post del 17.11.2013, en este blog, puedes encontrar lo siguiente:

El ejercicio en conjunto favorece las condiciones de todo el ser humano, corporales y mentales:
Ayuda a vivir con más calidad y tener una larga expectativa de vida,
Contribuye a bajar la presión sanguínea y el riesgo de enfermedad cardiaca,
Favorece la pérdida de peso y mejora la estamina.
En lo psicológico ayuda a desarrollar una perspectiva más positiva de la vida,
Desarrollar e incrementar el optimismo,
Incrementa la autoestima,
Contribuye a reducir los niveles de estrés.
Se ha investigado la conexión entre ejercicio y ejecución sexual. Con ello se consigue:
Más deseos, estar más disponible para las relaciones y con mejor forma física.
Con un buen estado físico, se tiene más resistencia sexual, y en consecuencia probablemente más relaciones, que alguien que no lo está.
Uno de los síntomas de estamina disminuida es la fatiga, y esta es una de las causas del desinterés y la apatía sexual. Cuando uno de la pareja está cansado, las ocasiones para el placer sexual y la actividad decrecen drasticamente. Según el Dr. Laforge, director de medicina preventiva del Memorial Hospital en San Diego, los tres componentes claves para mejorar la estamina, son:
 Resistencia aeróbica, (se mejora con la práctica de ejercicios cardivasculares variados, como ciclismo, trote, natación y otros).
Aptitud muscular. Los ejercicios de resistencia de pesas que se encuentran en los gimnasios y/o a la venta, favorecen este desarrollo.
Relajación neuromuscular. Los ejercicios de relajación muscular incluyen yoga y otros ejercicios diseñados para relajar el cuerpo y la mente.
(En una investigación realizada con un programa de ejercicios para hombres mayores, aplicado durante nueve meses, se puso en evidencia que el ejercicio no solo es bueno para la salud sino también para la vida sexual. Estos hombres de la investigación afirmaron que tenían más relaciones sexuales, tenían más orgasmos y aumentaron la frecuencia de intimidad física.
Ejercicios para fortalecer los músculos sexuales
Los ejercicios de Kegel pueden ser especialmente importantes para los hombres y mujeres mayores para prevenir la pérdida de tono muscular pélvico, que puede incrementarse con la edad. En general en la cultura occidental hasta ahora no se ha prestado atención a ello. En oriente siempre se ha valorado desarrollar esta zona corporal.
La mujer puede notar que los músculos alrededor de su vagina tienen menos tono, esto puede darles a ella y a su pareja menos fricción y consecuentemente menos intensidad durante el coito.
Los ejercicios de contracción y relajación del músculo pubococígeo, realizados  unas 50 veces al día (no supone más que 4-5 minutos), mejoran el tono y la circulación vaginal y del pene y con ello se consigue el clímax más fácilmente y con orgasmos más intensos.
La tensión de estos músculos puede ser valiosa cuando la erección de la pareja no es tan consistente, como ocurre frecuentemente a estas edades, y así se ayuda a afianzarla.
Realizando estos ejercicios, la mujer, incrementa su deseo sexual, ya que las sensaciones sexuales se vuelven más conscientes.