Sobre la información sexual a los hijos, a los padres no les interesa para nada estar esperando a que los hijos pregunten.... En algunos casos puede ser ya demasiado tarde puesto que se cuentan las cosas a su manera entre compañeros de clase, o buscan en internet, y pueden llegar a encontrarse con temas muy fuertes antes de haber asimilado lenguaje sexual alguno.
Los padres se pueden anticipar, cuanto antes se les vayan diciendo, antes se crearán unos flujos de comunicación para poder ir enriqueciendo y aumentando y así gradualmente se va generando una confianza para ir hablando de los diversos matices. Lo importante no son sólo los contenidos, que lo son, sino la riqueza de relaciones que se van creando y el espacio donde preguntar, exponer dudas y aprender, para así poder hablar de todo ello e ir madurando en ese campo humano.
Los hijos, al ir conociendo sobre su mente y su cuerpo, desarrollan más confianza y seguridad, de esta forma actuarán más conscientes y responsables. Actualmente para los padres interesados y motivados, existen documentos de todo tipo en internet, y sobre todo acercarse con un lenguaje sencillo, claro y directo, estando atentos a sus preguntas y siendo sinceros. Y cuando a uno le sorprendan con algo inesperado, decirles con tranquilidad que uno no se lo sabe todo, o no sabe como explicárselo, que lo va a pensar y mañana u otro día se lo dice para que lo entienda mejor.
Las personas, los padres, no son perfectos ni lo saben todo, por eso es normal transmitir a los hijos la idea de que uno no es omnisapiente, se sabe lo que se sabe y asumir que existe un infinito de información que uno desconoce y así también se les da más confianza y seguridad. Tratar de ser perfectos ocasiona muchos problemas.
La comunicación padres-hijos es muy particular, por ello sugerencias con límites de edades... De 5 a 7 hay que decirles tal tema, hasta los 5 este otro.... O de 7a 9.... Puede servir como orientación general, aquí lo central es la psicología de cada familia. Como sugerencia, en función de la evolución del niño, cuanto antes, irle contando y escuchando.
Y en conjunto, adecuar los contenidos en función de cada caso, e ir observando lo que el hijo asimila, las preguntas que hace... para así enlazar lo nuevo. En estos casos es mejor anticiparse. Algún cliente mío, con 12 años, ya había iniciado las relaciones íntimas con una chica, eso sí, al menos llevaba preservativo, su madre en eso fue muy oportuna y llegó a tiempo.