Las parejas tienen la base en el amor. Y es cierto que existen multiplicidad de puntos de vista y encajan, o no, por motivos varios.
La admiración forma parte del enamoramiento y por supuesto, siempre que se ama a alguien se necesita cuidarlo y ayudarle a llevar una vida más alegre, cómoda y feliz. Y partiendo de la base del amor, las parejas van llevando el despliegue de sus vidas a lo largo del tiempo.
Cuando un miembro de la pareja se ha unido con escaso enamoramiento hacia el otro y sí han tenido mayor peso otros intereses, como la posición económica, sus ingresos, o bienes, la estructura de pareja que se desarrolla, es muy diferente, tal vez enfermiza.
Hay algunos casos de hombres que se unieron a mujeres por su economía, y después de ser tratados con cariño, aprovechan cualquier situación para lanzarse a culpabilizar a la pareja y para explotarla económicamente todavía más.
Otras veces ocurre en mujeres.
Es importante poner límites, y si el escaso amor hacia la persona que existía se va apagando, es mejor ir cancelando la relación y cortar.
Se dan casos con cierta frecuencia. Una vez que la explotación se ha instaurado en la relación, y la pareja se opone a continuar dando dinero, surge una manipulación emocional, acoso psicológico, e incluso puede que todo ello derive en agresividad física.
La triste realidad es que la víctima, tanto si es mujer como hombre, tiene que decidir el fin. Llegados a la violencia psicológica y física, no hay futuro de calidad. O bien la persona es sometida y explotada, y continúa con su opresor, obedeciéndole, o se opone y se enfrenta a la situación, irritando la cólera del dominante.
Y así progresivamente.
Llegados a este punto, es necesaria la terapia psicológica para desarrollar estrategias de confianza y autoestima pasa solucionar y salir lo mejor posible de la complejidad de la situación. En muchas ocasiones llegados a este punto del proceso, surge el inicio del acoso y la violencia. Cuidado...
La admiración forma parte del enamoramiento y por supuesto, siempre que se ama a alguien se necesita cuidarlo y ayudarle a llevar una vida más alegre, cómoda y feliz. Y partiendo de la base del amor, las parejas van llevando el despliegue de sus vidas a lo largo del tiempo.
Cuando un miembro de la pareja se ha unido con escaso enamoramiento hacia el otro y sí han tenido mayor peso otros intereses, como la posición económica, sus ingresos, o bienes, la estructura de pareja que se desarrolla, es muy diferente, tal vez enfermiza.
Hay algunos casos de hombres que se unieron a mujeres por su economía, y después de ser tratados con cariño, aprovechan cualquier situación para lanzarse a culpabilizar a la pareja y para explotarla económicamente todavía más.
Otras veces ocurre en mujeres.
Es importante poner límites, y si el escaso amor hacia la persona que existía se va apagando, es mejor ir cancelando la relación y cortar.
Se dan casos con cierta frecuencia. Una vez que la explotación se ha instaurado en la relación, y la pareja se opone a continuar dando dinero, surge una manipulación emocional, acoso psicológico, e incluso puede que todo ello derive en agresividad física.
La triste realidad es que la víctima, tanto si es mujer como hombre, tiene que decidir el fin. Llegados a la violencia psicológica y física, no hay futuro de calidad. O bien la persona es sometida y explotada, y continúa con su opresor, obedeciéndole, o se opone y se enfrenta a la situación, irritando la cólera del dominante.
Y así progresivamente.
Llegados a este punto, es necesaria la terapia psicológica para desarrollar estrategias de confianza y autoestima pasa solucionar y salir lo mejor posible de la complejidad de la situación. En muchas ocasiones llegados a este punto del proceso, surge el inicio del acoso y la violencia. Cuidado...