Te parece simple......?.......pues quizás no tanto. Sobre todo si estás interesado en ser eficaz, o tener rendimientos óptimos.
Primero interesa que reflexiones con claridad cuál es la esencia del mensaje que necesitas comunicar.
Además necesitas organizar lo que vas a decir y cómo lo dices.
Y por si esto fuera fácil, que probablemente no lo sea tanto por lo que se observa en la práctica cotidiana, hay que tener en cuenta al interlocutor y combinar lo siguiente:
Qué necesita o quiere oír la persona que escucha.
Qué cree entender y da por hecho el otro, aunque sea otro matiz el que tú quieres expresar.
Qué desea o quiere entender la persona con la que estás hablando.
En realidad hay que hilar muy fino para superar estas dos posturas personales, con deseos y puntos de vista diferentes.
En psicología social, se han realizado algunas investigaciones en las que a la pareja se le preguntaba si había ocurrido algún enfado la última semana. Ambos por separado.
Los resultados fueron, entre otros, que para cada uno, el conflicto o el enfado, había sido por un episodio diferente. Daba la impresión que estaban hablando de experiencias por separado. Cuando habían vivido los dos el mismo hecho.
Las vidas son diferentes, y los significados que cada uno da a los hechos también.
Por ello las personas que desean ser comunicadores eficientes, lo estudian, lo trabajan, y lo ejecutan.