Hay gente que superó las trampas de su saboteador, que ahora le conoce mejor y le domina, consigue tener una vida feliz, alcanzar éxito y disfrutar, con calidad de vida...
Al fin han conseguido el dominio y la transformación de su saboteador, ahora ya no interrumpe sus vidas.
Los pensamientos que predominan en ellos ahora, son de personas de éxito, son positivos y con mucha energía, se han habituado a desarrollar planes realistas, respetando los límites y consiguiendo ser respetados.
Han conseguido mantener su equilibrio personal para trabajar hacia sus sueños, siempre en una dirección constante y mantenida, sin dar siete pasos hacia adelante y diez para atrás. Y alcanzando sus objetivos y metas.
Consiguen niveles interesantes de adaptación a su medio, tomando decisiones acertadas en función de su realidad, y generando planes futuros de éxito.
Conectan con los demás de una forma saludable, sin dependencias enfermizas, potenciando también las mejores relaciones en las personas de su entorno, fomentando la autonomía y la independencia.
Su comprensión propia y entendimiento de su saboteador, les ha llevado a desarrollar estrategias para dominarlo. En ese proceso han conseguido un equilibrio personal.
Y su madurez les permite entender mejor su contexto vital, manejarse en el mundo sin temores y viviendo con los beneficios que la vida les trae, siendo capaces de considerar y ayudar a otras personas que se encuentran a su paso.