En general está contra la vida de la persona, e impide alcanzar metas y sueños, evolucionar y tener una vida feliz.
Produce enfermedades graves como cáncer, dolores de cabeza, úlceras...y tantas otras...
Destruye relaciones familiares, de amistades, de parejas.
Las personas van perdiendo el control y la organización de sus vidas, se confunden, se olvidan, anula el potencial sexual, descontrol para la comida.
Se acaba creyendo que el propio malestar es causa de los demás, del mundo, de la vida, y se los ataca, metiéndose en problemas. Cuando en realidad el dolor está dentro de uno mismo, y hay que aprender y crecer. Es al saboteador al que conviene entender para superar las situaciones.
Remordimientos y culpa, ira, cólera, resentimiento, rabia.
Fobias, ansiedad, depresiones, obsesiones, adicciones múltiples, al juego, a internet, a sustancias tóxicas.
Y en conjunto el saboteador trabaja dentro de las personas para destruir sus vidas y meterles en problemas.
El principal problema es que la gente, que siempre lo ha llevado dentro durante tanto tiempo de su vida, le es muy difícil identificarlo, y la mejor vía de solución es la terapia psicológica.