Las personas conocen el valor del amor, sus manifestaciones y el expresarlo y compartirlo, teniendo una pareja de confianza. Saben bien que es una excelente oportunidad para la gratificación de ambos.
Es evidente que las parejas se separan por múltiples motivos, y algunas veces, la suya ha sido una separación amistosa, sin que hubiera mucho drama, ni terceras personas.
El tiempo transcurre y sucede tal vez, que no les surgen otros amores, ni tienen con quién relacionarse sexualmente, así que ni más ni menos que se lo montan de forma favorable apara ambos, diseñan sus encuentros, y su nueva forma de seguir manteniendo relaciones sexuales.
Acuerdan unas citas regulares, sin mayor compromiso, y oportunamente crean las condiciones para las relaciones intimas, al fin se benefician ambos, y todos contentos.
Cierto que al principio, puede que lo concibieran como un arreglo provisional, ante las carencias amorosas y en sexualidad, que se presentaron después de su situación de separación, pero es necesario tener presente que si la sexualidad es satisfactoria para ambos, les genera una conexión emocional.
Y es evidente que se habían separado por unas razones y ahora, se están uniendo por otras.
La clave de la cuestión es que cuando aparece una tercera persona, una nueva pareja para alguno de ellos, es muy probable que sigan manteniendo la relación sexual, de forma oculta, los antiguos amigos.
Tampoco sería extraño que alguno de ellos, por la separación, hubiera desarrollado algún estado depresivo, y gracias a poder hacer el amor con su pareja de siempre,le reduzca en parte la depresión, por ello mayor fuerza de conexión.
La vida es compleja. El último que llega, el tercero, o el cuarto, o sea las posibles nuevas parejas para ambos, tienen que al menos, estar algo atentos a observar y estar ojo avizor, a su presente de la vida (si lo desean).
Ocurre con más frecuencia de lo que parece, que el tiempo transcurre, y se continúan viendo... y amando en secreto...!, eso sí, estando separados...!
Y los nuevos que han llegado a sus vidas...qué...!