Las personas que viven con el desorden y que acumulan cantidades de cosas, como objetos, ropas, adornos, libros y recuerdos que ya no les sirven, las mantienen según los casos por razones muy particulares y variadas, entre otras está el modo de pensar: "por si acaso".
La gente que con esos pensamientos, cree que tal vez en un futuro lo usará, las necesitará. Lo que en realidad ocurre es que las personas, no sólo guardan un cierto número de cosas, sino que sus espacios se llenan y se vuelven saturados, obstaculizando el desarrollo personal e impidiéndoles circular en su propio habitat, obteniendo la energía natural y así beneficiándose para su vida.
El "por si acaso" denota un pensamiento de falta de confianza en el futuro, y tal vez se haya convertido en una creencia férrea y así le ocurrirá.
Ya que cada persona con lo que piensa, va creando su propia realidad.
Y es muy probable que ese mensaje de desconfianza que está emitiendo, de tener que guardar, por si lo necesita en el futuro, y no lo puede adquirir de otra forma, le lleva a sentirse más inseguro y desconfiado.
Cuando se vive con los espacios organizados, y con los útiles que se usan en el presente de la vida, el mismo potencial de energía le traerá en los momentos que lo necesite, lo apropiado para servirle.
Suele ocurrir que cuando la gente aprende a confiar en la vida, en el futuro, la vida le devolverá a su vez las consecuencias de esa confianza, y así la vida, curiosamente, cuidará de esas personas.