La personalidad dogmática, se caracteriza por tener gran miedo e inseguridad. Ese miedo les produce muchas ansiedad y preocupación. Con falta de amor y rechazo profundo. Suelen ser personas radicales. Su inseguridad le lleva a ser absolutos y rígidos.
En general suelen ser personas con una visión negativa de sí mismos y de los demás, con una conciencia en bloque, lo bueno, lo malo, blanco, negro, total ausencia de matizaciones.
Suelen tener limitaciones en las relaciones sociales. Exceso de autoritarismo, ante la escasa seguridad y confianza.
Su falta de empatía y de comprensión, añadido a la falta de tolerancia, les lleva a mantener demasiado pesimismo, agresividad, odio a la gente, falta de altruismo.
Son personas muy centradas en el pasado, por ello les cuesta adaptarse al presente, con resistencia al cambio y a la transformación social, no aceptación ni comprensión de lo nuevo.
Cerrazón y rigidez de ideas, les produce intolerancia a la ambigüedad y a todo lo nuevo o diferente a lo que ellos piensan. Sensación de frustración permanente.
Personas conformistas, les cuesta ser creativos y generativos, más bien son repetitivos y con gran inmovilismo. Les falta flexibilidad y movilidad. Suelen refugiarse en figuras de autoridad.
Son un tipo de personalidad, perteneciente al pasado. La transformación social y con ello de las personalidades ha evolucionado hacia más expansividad, menos rigidez...en realidad a otros aspectos opuestos.