El objetivo es llegar a conseguir unas actitudes para:
-Comunicar al chantajista que se ha identificado y descubierto su estrategia, y que no se está dispuesto de ninguna forma a someterse a su voluntad, mostrando asertividad, para defender los propios derechos.
-Redefinir de nuevo los límites, ya que la otra persona parece que no los ha entendido, y solicitar al chantajista que repita con claridad esos límites para comprobar que lo ha escuchado y entendido.
-Clarificar de nuevo la postura con una actitud firme, con el fin de transmitir al otro la decisión de no ceder ante su dominio. Y reafirmarse, negando ceder ante posibles concesiones, para lo que el otro pretende conseguir.
En las relaciones humanas, se suelen percibir las actitudes del interlocutor, por ello cuando una persona posee unas actitudes más seguras y firmes, el chantajista no percibe la brecha por donde entrarl@. Cosa que sí ocurre cuando aprecia en la víctima del chantaje, aspectos como:
-Alto nivel de inseguridad, y falta de autoestima.
-Miedo al rechazo.
-Constante necesidad de aprobación y afirmación.
-Suelen ser hipersensibles a las culpas y con frecuencia se responsabilizan de las obligaciones que otros tendrían que resolver.
-Mentalidad de gran sacrificio, con tal de que se mantenga la paz y tranquilidad en sus contextos vitales, ya que detestan los enfados y conflictos.
Por todo ello, suele ser percibid@ como alguien más frágil y vulnerable por el chantajista que sabe mejor que nadie cómo suele reaccionar, y de lo cual se aprovecha:
-Siempre acaba dando prioridad a lo que el chantajista propone, en detrimento de sus necesidades o deseos. Y aunque llore, razone o discuta, acabará rindiéndose. Eso lo tiene muy claro el otro, por ello insiste hasta que finalmente lo consigue.
-Por su fragilidad para sentirse culpable, acaba teniendo la necesidad de pedirle perdón, hasta tal punto, que no duda en desistir de sus planes e incluso a veces hasta responsabilidades, con tal de satisfacer al "otro"...(SIGUE)...