La humildad tiene que ver con la capacidad de las personas, de conocer sus limitaciones y las habilidades y potenciales que tiene. Sin avergonzarse. Puede reconocer la infinitud de la sabiduría, de los poderes, del mundo, y se siente bien ahí, en su pequeño espacio, de lo poquito que sí es, y sí posee.
Las gentes humildes, suelen admitir las críticas con serenidad, al no sentirse perfect@, ya no se sienten ni tratados con desprecio, ni con humillaciones, saben que siempre están aprendiendo, y no necesitan compararse para llegar a ninguna parte.
Las personas humildes tiene unos componentes esenciales, como son la seguridad y fortaleza del propio conocimiento, no necesita la referencia de los demás para definirse, "es así" por naturaleza y sin compararse.
No siente el orgullo, ni tiene la necesidad de sentirse superior o con poderes especiales, ni necesita despreciar o descalificar, ya que considera que en la vida todos tienen cabida, cada uno desde su singularidad y su espacio.
Las personas más humildes con frecuencia, son personas sabias, cultivan la aceptación, la alegría, el aprecio por los demás y son bondadosos y nobles de corazón.
Además cultivan la gratitud, el perdón, son gente muchas veces honrados y trabajadores.
No es que todas las personas humildes a la vez tengan todos estos componentes, sí suele ser habitual que posean varios juntos que les caractericen más que otros.
También pueden mostrar calma, sencillez, delicadeza y suelen ser personas cariñosas y que muestran disponibilidad en su atención a los demás.
En conjunto parece que aprendieron a vivir con unas cualidades humanas que les dan la paz mental que cada día les permiten vivir con unos grados de aceptación y felicidad, sin negarse a seguir creciendo y aprendiendo.