Parece que las parejas cuando saben llevar la vida con sentido del humor se encuentran con más sintonía y se complementan mejor.
Las alegrías y las pequeñas satisfacciones cotidianas contribuyen a guardar más experiencias y recuerdos positivos en la memoria. Una forma más de unión con su pareja, ya que la tienen asociada a momentos más felices.
De tal forma que necesitan del otr@ para disfrutar juntos, y así multiplicar su bienestar y su buen humor. Compartir la vida con su amor.
Muchas personas están deseando desarrollarse en esa dimensión del buen humor, para afrontar la vida con más optimismo y energía. Y como sugerencia, para empezar, pueden ir realizando algunas pautas.
Las claves son:
-Elegir aplicar su sentido del humor.
-Desarrollar la chispa y el humor en el caso de que uno no sea tan gracioso.
-Entrenarse con los amigos.
-Ver películas, vídeos y páginas de humor.
-Ir aplicando lo aprendido.
-Decidir tener un chiste o ironía a mano para "quitarle hierro" a los asuntos serios que se presenten.
-Desarrollar la seguridad de que aunque no sea el mejor chiste o gracia, lo importante es restar preocupación al momento.
-Crear un clima de risa y ambiente desenfadado.
-Evitar cargar al otro con problemas y preocupaciones que uno mismo puede ir resolviendo.
Sí es frecuente que las parejas que al fin se ríen de los mismos temas, permanecen más tiempo juntos (John Gottman).
Pero sobre todo se precisa valorar, que una persona en un ambiente psicológico de chispa, humor, alegría y satisfacción, siempre es más ingeniosa y creadora para resolver situaciones difíciles.
Al fin lo que comienza con el cultivo del buen humor, se convierte en un potencial para la resolución de los desafíos y dificultades cotidianas, y afrontar la vida con más facilidad...