Las parejas a veces se forman muy a prisa, y también rompren en breve. Aunque en realidad el tiempo de conocimiento previo, no determina la permanencia en la pareja. Influyen otros muchos factores.
Componentes de personalidad, contextuales, de las expectativas que cada uno tenga, en conjunto, muchos e interactuando juntos.
Lo más conveniente es que cuando llegue la separación, tenga uno las suficientes defensas para su
superarlo. Después del dolor, la vida sigue.
Importante para salir del tunel, es no recrearse en los recuerdos, sí importa la vida nueva, relaciones diferentes, otras aficciones, y estímulos distintos.
Cada día que pasa poder distanciarse emocionalmente, analizando de forma más objetiva lo que ocurrió, y sobre todo ir desarrollando de nuevo la esperanza de que la vida es interesante y bella, sin o con pareja.
Salir corriendo a buscar otro amor, es un error. Cualquier persona que llegue, y a cualquier precio, no puede ser. Se trata de superar una etapa, no de "agarrarse a un árbol ardiendo", que sobre todo puede traer mucho sufrimiento y sumar más a lo que ya había.
Y directamente ya desde el principio de la ruptura, aún con dolor, aprovechar cada día. Interesante desplegar el proceso de asuntos pendientes e importantes para la vida de cada uno.
Si se hubiera apartado, trabajar para tu actualización laboral.
Solicitar terapia psicológica para superar los antiguos esquemas, desarrollar más autoestima y confianza. Y sobre todo para cicatrizar las heridas.
Planificar lecturas, deportes y aficciones.
Relax, yoga, y meditación.
Al fin el dolor está presente por la ruptura, y en lugar de permanecer estancados en el mismo y de forma contemplativa, con movimiento, se sale antes. El movimiento es la vida...!