Conviene tener algunas nociones prácticas para evitar las expectativas erróneas sobre la relajación. Ten presente que la mejor es la que tú consigas y a tú manera. Lo siguiente son sugerencias prácticas.
Cuando la relajación es en grupo, interesa superar la sensación de ridículo, respetando a todos y nada de reírse de otros. Procurar que todo esté en silencio, sin presiones de tiempo.
Si es una persona la que dirige el entrenamiento, intentará suavizar la voz y hablando bajito.
A algunas personas les entra el sueño, en este caso esforzarse por permanecer despiertos, al fin es una técnica para conseguir estar en paz, profundamente relajados y despiertos.
Tener presente que es un entrenamiento y después de practicar se va logrando el dominio, por ello no desmoralizarse, si no se consigue en las primeras veces. Pensar que las primeras sesiones servirán para gradualmente ir adquiriendo más destreza.
Algunas personas se ponen nerviosas si no les sale a la primera, y esto es muy importante, que entiendan la situación como un aprendizaje gradual.
Otros sujetos temen perder el control y se alteran, y no conviene tener miedo, siempre se puede parar en el momento que lo deseen.
Conviene que la persona se abandone y sencillamente siga las instrucciones del monitor o de la grabación.
Cuando la práctica es individual:
De forma equivalente, en lugares poco ruidosos y escasa iluminación, ojos cerrados, sin presiones de tiempo y en una postura cómoda, algunas personas prefieren sentados y otros tumbados.