Con esto se puede ceder ante la tentación de interpretar cada gesto, e
incluso se puede lograr captar pistas del comportamiento de los otros. Pero,
cuidado, hay que ser consciente, de que por mucha habilidad que se tenga en la
observación de los otros, y un psicólogo debe desarrollarla al menos cuanto
está trabajando, es necesario ser muy cauto en cualquier interpretación.
En esta fase de interpretar ya aparecen otras dificultades añadidas, ya que la comunicación humana es extremadamente compleja (no tiene reglas fijas y simples), y en ausencia de reglas claras, se tiene tendencia a ver solamente lo que se quiere ver, y prestar atención a lo que interesa. Aún así, con la práctica y la experiencia, se puede ser capaz de tener intuiciones sobre las intenciones emocionales de alguien.
En esta fase de interpretar ya aparecen otras dificultades añadidas, ya que la comunicación humana es extremadamente compleja (no tiene reglas fijas y simples), y en ausencia de reglas claras, se tiene tendencia a ver solamente lo que se quiere ver, y prestar atención a lo que interesa. Aún así, con la práctica y la experiencia, se puede ser capaz de tener intuiciones sobre las intenciones emocionales de alguien.
Existen tres ámbitos de estudio de la comunicación no verbal: kinesia, paralingüística y proxémica. La kinesia se ocupa de la comunicación no verbal expresada a través de los movimientos del cuerpo. La paralingüística estudia el comportamiento no verbal expresado en la voz. La proxémica se encarga de estudiar el comportamiento no verbal relacionado con el espacio personal.