Para mejorar las relaciones de parejas que llevan tiempo, conviene un desenvolvimiento que sea optimo y saludable.
Compartir sentimientos, exteriorizar
impresiones, hablar y/o escribir de los puntos de vista y las creencias que
cada uno tiene sobre las relaciones sexuales satisfactorias, describir lo que
les aporta satisfacción, desarrollar planes, acordar lugares o momentos para la
actividad sexual, para estar juntos, el uno con el otro.
Aprender a escuchar realmente a la otra
persona, mirándole a la cara y los ojos, parando uno de hablar, sin suponer qué
nos va a decir, dándole tiempo. Conviene entender que hay ocasiones en que lo
único que hay que hacer es escuchar a la pareja e intentar comprender sus
experiencias y sentimientos, darle toda la atención preguntando sólo para
clarificar.
Imagen Corporal y Madurez
Los cambios físicos que se producen con la
edad no tienen porqué modificar las habilidades de una persona para disfrutar
de la comunicación y del sexo (un abrazo, también se puede dar aunque la piel
tenga arrugas o tenga arrugas la persona con la que se comparte).
En ocasiones, el aspecto físico y la
apariencia externa se puede convertir en un problema importante y más común
entre mujeres (esto ocurre frecuentemente a todas las edades, no solo en las
más mayores). Con una fuerte autoestima, desde el interior, no afectará tanto y
no se alterará de forma tan intensa por los cambios y las modas del momento.
Las mujeres a veces tienden a ocultar su
cuerpo y prefieren relaciones con la luz apagada, temiendo ser juzgadas por el
compañero, creyendo que no van a gustarle.
¿Qué hacer para sentirse uno mejor en su
cuerpo?
Además de cuidar la salud en general, las
aficiones, las relaciones sociales y el ejercicio físico, focalizarse en el
placer sensual y sexual que el cuerpo puede dar tanto a uno mismo como a su
pareja.
En las parejas se establecen prioridades,
determinando lo que les importa, ensayando de una forma creativa y eligiendo lo
que sea de su preferencia y así incrementar y variar todo su repertorio. La
masturbación es una opción que la mujer tiene para desarrollar el placer
sensual y sexual, y con ello, sentirse más positiva explorando y vivenciando su
cuerpo y conociendo las sensaciones que se puede experimentar con él.
La confianza en uno mismo es el núcleo y
la clave para valorar la propia sexualidad y para disfrutar de las relaciones y
el sexo, ya que las actitudes, emociones y deseos hacia uno mismo influyen en
el “yo sexual” y en cómo lo percibe la pareja. Una condición imprescindible, es
el ejercicio físico, ayuda a la flexibilidad y tonifica.
Cuando la pareja es constantemente crítica, se
crean importantes dificultades en la relación, se perjudica la seguridad y
confianza en sí mismo del criticado, los sentimientos quedan afectados y el
placer y la satisfacción se deteriora. Cuando uno es muy criticado sabe que no
está gustando.