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En las relaciones de pareja conflictivas suelen abundar las discusiones, llegando incluso cuando la situación se pone muy tensa, a insultos, descalificaciones y humillaciones.
Aunque al rato se pidan perdón, ya todo lo grave e impactante se dijo. Ocurre con bastante frecuencia, que suelen, están los hijos presentes, y oyen todo. En general para ellos supone un grave problema ya que les duele mucho estar siendo testigos de los daños que se están produciendo entre las personas que ellos más quieren.
En función de cada caso y las edades que tengan les puede hacer mucho daño, crearles fobias, trastornos escolares, alteraciones en el sueño, problemas para la alimentación, falta de confianza en sí mismos, destrucción de su autoimagen, depresión, ansiedad, desmotivación generalizada.
Todo ello les puede llevar a bloqueos emocionales graves que transforman su personalidad y lo que es más repercutir en el desarrollo de su inteligencia al interferir en el interés por aprender, saber y conocer.
En las relaciones sociales se vuelven apáticos y retraídos y otras veces más agresivos y destructivos, como para desahogarse de la rabia y frustración que todo ello les produce. En otras ocasiones les está produciendo el transtorno de hiperactividad y déficit de atención.
A veces sí consideran que uno tiene la culpa, según dicen, y les duele especialmente tener que tomar partido, prefieren no tener que tomarlo, ya que posteriormente se sienten muy culpables y esto les genera multiplicidad de problemas.
Sí, en general como sugerencias tener en esto muchísima sensibilidad y cuidados ya que el daño a los hijos es grande. El discutir, insultarse y perder el control en presencia de los hijos supone un daño psicológico enorme.
Y viene calificado desde la declaración de los derechos de los niños, como "maltrato infantil". Se les está obligando a ser testigos de la "violencia doméstica"
Aunque al rato se pidan perdón, ya todo lo grave e impactante se dijo. Ocurre con bastante frecuencia, que suelen, están los hijos presentes, y oyen todo. En general para ellos supone un grave problema ya que les duele mucho estar siendo testigos de los daños que se están produciendo entre las personas que ellos más quieren.
En función de cada caso y las edades que tengan les puede hacer mucho daño, crearles fobias, trastornos escolares, alteraciones en el sueño, problemas para la alimentación, falta de confianza en sí mismos, destrucción de su autoimagen, depresión, ansiedad, desmotivación generalizada.
Todo ello les puede llevar a bloqueos emocionales graves que transforman su personalidad y lo que es más repercutir en el desarrollo de su inteligencia al interferir en el interés por aprender, saber y conocer.
En las relaciones sociales se vuelven apáticos y retraídos y otras veces más agresivos y destructivos, como para desahogarse de la rabia y frustración que todo ello les produce. En otras ocasiones les está produciendo el transtorno de hiperactividad y déficit de atención.
A veces sí consideran que uno tiene la culpa, según dicen, y les duele especialmente tener que tomar partido, prefieren no tener que tomarlo, ya que posteriormente se sienten muy culpables y esto les genera multiplicidad de problemas.
Sí, en general como sugerencias tener en esto muchísima sensibilidad y cuidados ya que el daño a los hijos es grande. El discutir, insultarse y perder el control en presencia de los hijos supone un daño psicológico enorme.
Y viene calificado desde la declaración de los derechos de los niños, como "maltrato infantil". Se les está obligando a ser testigos de la "violencia doméstica"