Las
relaciones interpersonales forman parte de las relaciones sociales, y son la
interacción que se establece entre dos o más personas de forma recíproca. Un
componente esencial de esa interacción, es la comunicación.
Es un componente esencial de la psique, necesita del pensamiento y lenguaje y lo conforman las vivencias, la memoria, las emociones y sentimientos, las motivaciones y expectativas, los objetivos y metas, el potencial de cada sujeto en conjunto y sus habilidades y actitudes, y a su vez de su capacidad de interacción psicosocial.
Y puede ser verbal y no verbal, interindividual o intergrupal. Para Riviere, la comunicación es “todo proceso de interacción social por medio de símbolos y sistemas de mensajes. Incluye todo proceso por el cual la conducta de un ser humano, actúa como estímulo de la conducta de otro ser humano”. Para conseguir el objetivo, del emisor al receptor, este tiene que poseer unas habilidades y actitudes que le permitan percibir e interpretar el mensaje.
En conjunto la comunicación está en función de la inteligencia intrapersonal e interpersonal. Los beneficios de una comunicación saludable son múltiples ya que al vivir en sociedad es imprescindible tanto para influir como para ser influido por los demás y así alcanzar metas por medio de lazos creados con otras personas, conocer sobre el mundo, sobre los demás y de sí mismo, y contribuir al desarrollo del bienestar social. Es por todo esto que la comunicación de calidad está relacionada con la relación intrapersonal, con uno mismo, en función del autoconocimiento, autoestima, autoimagen y autoconcepto.
Para el desarrollo del conocimiento propio se necesitan algunas actitudes, lo primero querer buscar en uno mismo, desear conocerse y tener una actitud abierta y sincera. Todo ello requiere un proceso de autoanálisis, observar sobre uno mismo, saber escuchar el interior manteniendo un centramiento y una actitud sincera y honesta, observar el feedback en los demás.
Y un factor esencial para las relaciones interpersonales es la inteligencia emocional, consistente en un potencial que facilita el conocimiento de las propias emociones y sentimientos y facilita conocer mejor los de los demás, gestionarse mejor su vida, y las relaciones. Y con todo ello sí tendrá más facilidad para adaptarse a situaciones, familia, amigos, personas, mundo laboral, consiguiendo mayor éxito.
Sí es evidente que proporciona más sensibilidad para interactuar con los otros al tener mayor conocimiento de uno mismo, más autoestima y empatía. Otro aspecto que facilita las relaciones es la consciencia del sí mismo pues al conocer, comprender y evaluar los estados de ánimo, las emociones, sensaciones, sentimientos, actitudes y aptitudes, facilita la consciencia de los efectos sobre los demás.
También implica y es muy necesario a su vez controlar y dirigir el estado de ánimo, el ser y saber estar en la situación de forma flexible y adaptable considerando cada circunstancia en particular e interactuando con inteligencia. El factor integridad también cuenta ya que implica alto grado de responsabilidad en las actuaciones personales, se precisa contar con las consecuencias y que sintonicen con el ser de cada uno.
Además otro componente esencial de la inteligencia emocional es el potencial para entender la diversidad de las situaciones y la gran diversidad humana, la variabilidad y flexibilidad para entender diferentes formas de ser y no querer imponer el propio punto de vista o alarmarse ante cualquier persona que no coincida con uno mismo. Capacidad para adaptarse a los cambios y dirigir y elaborar la transformación de la vida, propia y de los demás.
Estímulo y motivación por mejorar. Capacidades para solucionar los posibles conflictos que se puedan presentar. Y capacidades para liderar si fuera preciso a grupos, subgrupos, equipos y así construir la sinergia necesaria para la contribución social.
Es un componente esencial de la psique, necesita del pensamiento y lenguaje y lo conforman las vivencias, la memoria, las emociones y sentimientos, las motivaciones y expectativas, los objetivos y metas, el potencial de cada sujeto en conjunto y sus habilidades y actitudes, y a su vez de su capacidad de interacción psicosocial.
Y puede ser verbal y no verbal, interindividual o intergrupal. Para Riviere, la comunicación es “todo proceso de interacción social por medio de símbolos y sistemas de mensajes. Incluye todo proceso por el cual la conducta de un ser humano, actúa como estímulo de la conducta de otro ser humano”. Para conseguir el objetivo, del emisor al receptor, este tiene que poseer unas habilidades y actitudes que le permitan percibir e interpretar el mensaje.
En conjunto la comunicación está en función de la inteligencia intrapersonal e interpersonal. Los beneficios de una comunicación saludable son múltiples ya que al vivir en sociedad es imprescindible tanto para influir como para ser influido por los demás y así alcanzar metas por medio de lazos creados con otras personas, conocer sobre el mundo, sobre los demás y de sí mismo, y contribuir al desarrollo del bienestar social. Es por todo esto que la comunicación de calidad está relacionada con la relación intrapersonal, con uno mismo, en función del autoconocimiento, autoestima, autoimagen y autoconcepto.
Para el desarrollo del conocimiento propio se necesitan algunas actitudes, lo primero querer buscar en uno mismo, desear conocerse y tener una actitud abierta y sincera. Todo ello requiere un proceso de autoanálisis, observar sobre uno mismo, saber escuchar el interior manteniendo un centramiento y una actitud sincera y honesta, observar el feedback en los demás.
Y un factor esencial para las relaciones interpersonales es la inteligencia emocional, consistente en un potencial que facilita el conocimiento de las propias emociones y sentimientos y facilita conocer mejor los de los demás, gestionarse mejor su vida, y las relaciones. Y con todo ello sí tendrá más facilidad para adaptarse a situaciones, familia, amigos, personas, mundo laboral, consiguiendo mayor éxito.
Sí es evidente que proporciona más sensibilidad para interactuar con los otros al tener mayor conocimiento de uno mismo, más autoestima y empatía. Otro aspecto que facilita las relaciones es la consciencia del sí mismo pues al conocer, comprender y evaluar los estados de ánimo, las emociones, sensaciones, sentimientos, actitudes y aptitudes, facilita la consciencia de los efectos sobre los demás.
También implica y es muy necesario a su vez controlar y dirigir el estado de ánimo, el ser y saber estar en la situación de forma flexible y adaptable considerando cada circunstancia en particular e interactuando con inteligencia. El factor integridad también cuenta ya que implica alto grado de responsabilidad en las actuaciones personales, se precisa contar con las consecuencias y que sintonicen con el ser de cada uno.
Además otro componente esencial de la inteligencia emocional es el potencial para entender la diversidad de las situaciones y la gran diversidad humana, la variabilidad y flexibilidad para entender diferentes formas de ser y no querer imponer el propio punto de vista o alarmarse ante cualquier persona que no coincida con uno mismo. Capacidad para adaptarse a los cambios y dirigir y elaborar la transformación de la vida, propia y de los demás.
Estímulo y motivación por mejorar. Capacidades para solucionar los posibles conflictos que se puedan presentar. Y capacidades para liderar si fuera preciso a grupos, subgrupos, equipos y así construir la sinergia necesaria para la contribución social.