Entre los trastornos que se producen en la infancia y adolescencia, predominan los de conducta, en niños de hasta cinco años, entre 6 y 11 los de falta de atención e hiperactividad, y a partir de los 11, trastornos de ansiedad.
En general tienen que ver con ansiedad, miedos, cambios de conducta, alimentación, obsesiones, mentiras, oposicionismo, rebeldía, entre otros. Según la declaración de derechos de los niños y la infancia, sí es un abandono de responsabilidades, el identificar problemática infantil y no buscar soluciones poniéndola en manos de especialistas.
Lo cual la convierte, según la declaración de derechos en "maltrato infantil".
Los padres o responsables tienen la obligación de buscar soluciones a un tipo de problemática que está dificultando el desarrollo de un niño, o que le está llevando a problemas más complejos y que a la larga cambiará el rumbo de su vida y en general, no precisamente para mejor. A veces por falta de información y a veces pensando en la gran trampa de la humanidad, que con el tiempo...
Esto no es ninguna receta, más bien con el tiempo la situación puede haberse complicado y el niño sufrir más problemas aún, más complicaciones escolares, y sobre todo haberle cogido manía al colegio y estar deseando dejarlo, acabar rápido y ponerse a trabajar, sin la más mínima formación.
Por ello a veces se precisa ver con horizonte y considerar las posibles complicaciones, entre otras que la problemática de un hijo suele dar múltiples sufrimientos a los padres, altera el funcionamiento familiar y al ir creciendo puede desarrollar patologías más graves y ser un adulto psicológicamente enfermo.
De hecho, se observa que las enfermedades mentales que la gente padece, comenzaron ya en la infancia con trastornos del comportamiento.
En general tienen que ver con ansiedad, miedos, cambios de conducta, alimentación, obsesiones, mentiras, oposicionismo, rebeldía, entre otros. Según la declaración de derechos de los niños y la infancia, sí es un abandono de responsabilidades, el identificar problemática infantil y no buscar soluciones poniéndola en manos de especialistas.
Lo cual la convierte, según la declaración de derechos en "maltrato infantil".
Los padres o responsables tienen la obligación de buscar soluciones a un tipo de problemática que está dificultando el desarrollo de un niño, o que le está llevando a problemas más complejos y que a la larga cambiará el rumbo de su vida y en general, no precisamente para mejor. A veces por falta de información y a veces pensando en la gran trampa de la humanidad, que con el tiempo...
Esto no es ninguna receta, más bien con el tiempo la situación puede haberse complicado y el niño sufrir más problemas aún, más complicaciones escolares, y sobre todo haberle cogido manía al colegio y estar deseando dejarlo, acabar rápido y ponerse a trabajar, sin la más mínima formación.
Por ello a veces se precisa ver con horizonte y considerar las posibles complicaciones, entre otras que la problemática de un hijo suele dar múltiples sufrimientos a los padres, altera el funcionamiento familiar y al ir creciendo puede desarrollar patologías más graves y ser un adulto psicológicamente enfermo.
De hecho, se observa que las enfermedades mentales que la gente padece, comenzaron ya en la infancia con trastornos del comportamiento.