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Pensaste alguna vez el poder que tienen tus palabras ? Si, realmente tú mismo lo puedes comprobar. Imagina una persona en su transcurrir diario, pensando en su trabajo, sus preocupaciones, autocriticándose y juzgándose.
Agobiada, con predominio de pensamientos negativos (el 65% de la población lo sufre, ansiedad) y su ser va tirando como mejor se las ingenia y puede cada día para afrontar las situaciones cotidianas o como dicen muchos, ir tirando.
Pues sí te invito a que seas consciente de lo que emites, del poder de tus palabras y del maravilloso regalo que pueden suponer para las personas con las que diariamente te relacionas. Estamos hablando de temas diferentes a la adulación, eso es manipulación y mentira y esto es realidad.
Mantén si lo deseas tu mirada limpia, observa con horizonte en cada interacción humana al ser que tienes allí presente y divisa todo lo bello, sus actitudes nobles, su elegancia, su capacidad de trabajo, su intención, su voluntad, su salud, su simpatía, su amabilidad, su capacidad de acción, su chispa, su inteligencia, sus ojos, su mirada, sus manos, su cuerpo, su atuendo, su rostro, su pelo, sus actitudes hacia tí.
Todo lo que sí captes de esa persona. Amplía si prefieres tu visión, tu horizonte y no te fijes sólo en sus defectos y limitaciones, clarifica tu visión para lo bello y lo sublime. Es un alma que en su recorrido por la vida, está aprendiendo, como tú, y también tiene días oscuros.
Tú puedes ser un regalo para esa persona, alguien que le recuerde cosas de sí mismo que quizás no sabe o no puede ver (por aquello de la ansiedad, entre otros temas).
Tú con miras más amplias -no seas ciego voluntario-, puedes atreverte a ver todo lo que sí existe y posee tu interlocutor, elegir de ello lo que te parezca apropiado al momento o según tus preferencias y decírselo. Comparte tu visión, un regalo personal suena como una maravillosa sinfonía en su mente.
Tu puedes poner música donde hay dolor. Cierto, el poder de la palabra¡ Tú mismo lo puedes experimentar ¡
Agobiada, con predominio de pensamientos negativos (el 65% de la población lo sufre, ansiedad) y su ser va tirando como mejor se las ingenia y puede cada día para afrontar las situaciones cotidianas o como dicen muchos, ir tirando.
Pues sí te invito a que seas consciente de lo que emites, del poder de tus palabras y del maravilloso regalo que pueden suponer para las personas con las que diariamente te relacionas. Estamos hablando de temas diferentes a la adulación, eso es manipulación y mentira y esto es realidad.
Mantén si lo deseas tu mirada limpia, observa con horizonte en cada interacción humana al ser que tienes allí presente y divisa todo lo bello, sus actitudes nobles, su elegancia, su capacidad de trabajo, su intención, su voluntad, su salud, su simpatía, su amabilidad, su capacidad de acción, su chispa, su inteligencia, sus ojos, su mirada, sus manos, su cuerpo, su atuendo, su rostro, su pelo, sus actitudes hacia tí.
Todo lo que sí captes de esa persona. Amplía si prefieres tu visión, tu horizonte y no te fijes sólo en sus defectos y limitaciones, clarifica tu visión para lo bello y lo sublime. Es un alma que en su recorrido por la vida, está aprendiendo, como tú, y también tiene días oscuros.
Tú puedes ser un regalo para esa persona, alguien que le recuerde cosas de sí mismo que quizás no sabe o no puede ver (por aquello de la ansiedad, entre otros temas).
Tú con miras más amplias -no seas ciego voluntario-, puedes atreverte a ver todo lo que sí existe y posee tu interlocutor, elegir de ello lo que te parezca apropiado al momento o según tus preferencias y decírselo. Comparte tu visión, un regalo personal suena como una maravillosa sinfonía en su mente.
Tu puedes poner música donde hay dolor. Cierto, el poder de la palabra¡ Tú mismo lo puedes experimentar ¡