El campo de las terapias psicológicas
en la actualidad es muy rico y complejo, ya lleva aplicándose durante años y se
tiene experiencia de sus beneficios. Entre ellas, para la modificación de
pensamientos destructivos y negativos, se aplica la reestructuración cognitiva.
El proceso
de reestructuración cognitiva es una
técnica mediante la cual se identifican, analizan y modifican los
pensamientos irracionales y erróneos sustituyéndolos por otros más adecuados y
racionales. Los pasos a seguir son:
Identificación
de pensamientos. El primer paso para identificarlos consistirá en la toma de
conciencia de los mismos y el segundo anotarlos de la forma más real posible.
Análisis de
pensamientos. Se utiliza para identificar y detectar las interpretaciones
erróneas que las personas hagan de su realidad. Para ello hay que clasificar
los pensamientos, determinar el grado de
creencia de cada uno y analizarlos empezando por el de menor grado de creencia,
hasta el de máxima.
Modificación
de pensamientos. Consiste en sustituir los pensamientos negativos inadecuados
por otros más racionales y positivos.
Entre todos
los beneficios para la persona, destaca el aumento de la seguridad personal,
proporciona un mayor equilibrio, ya que permite controlar, reducir o eliminar
emociones negativas tales como ansiedad,
estrés… Además pensar de forma positiva genera salud, bienestar e
incremento de la energía personal. Además favorece las relaciones con los demás
y el llegar a tener una vida más satisfactoria. De esta forma la persona se
siente más segura y optimista transmitiendo a su vez seguridad a las personas
con las que interactúa.
En el
proceso de la terapia psicológica, se suele explicar a la persona los
fundamentos en los que se basan estos principios. Y cuando la persona va
tomando consciencia de ello, suele motivarse y conseguir mejorar. La
reestructuración cognitiva es una técnica que da en conjunto buenos resultados.