Estas alteraciones en la comunicación se suelen producir en menores, y los adultos del entorno ya pueden hacer mil maravillas, que los jóvenes, no dicen ni palabra, no hablan durante días y días. Esta actitud de estar mudo es desesperante para los padres y/o la familia. En realidad es un tipo de silencio muy agresivo.
El mutismo selectivo es una enfermedad psicológica y se manifiesta en la infancia y adolescencia y se quedan sin decir palabra cuando les apetece y ante quien quieren, sabiendo hablar perfectamente y eligen y deciden los contextos y personas ante las cuales prefieren estar sin hablar.
En muchas ocasiones el fondo de todo es que no se sienten queridos por personas que en principio se espera, la madre, el padre, familiares. Otros casos por dificultades en la inteligencia social y relacional, porque sean muy introvertidos y tímidos y componentes también de terquedad. O varios factores juntos.
Todo ello combinado con una especie de rebeldía, de actitud de tomar el mando y el poder. Con carencias comunicacionales importantes y de una especie de insensibilidad ante el sufrimiento de los demás.
Es conveniente, además de tratar a la persona que sufre este trastorno, el que acudan también a terapia la familia para que con sus actuaciones, no compliquen más el problema.
Suele ser más frecuente entre las chicas, y a veces los factores causales se hallan en la interpretación de vivencias o algún tipo de fantasía o temores.
La terapia psicológica suele dar buen resultado, sobre todo cuando se coge a tiempo.
El mutismo selectivo es una enfermedad psicológica y se manifiesta en la infancia y adolescencia y se quedan sin decir palabra cuando les apetece y ante quien quieren, sabiendo hablar perfectamente y eligen y deciden los contextos y personas ante las cuales prefieren estar sin hablar.
En muchas ocasiones el fondo de todo es que no se sienten queridos por personas que en principio se espera, la madre, el padre, familiares. Otros casos por dificultades en la inteligencia social y relacional, porque sean muy introvertidos y tímidos y componentes también de terquedad. O varios factores juntos.
Todo ello combinado con una especie de rebeldía, de actitud de tomar el mando y el poder. Con carencias comunicacionales importantes y de una especie de insensibilidad ante el sufrimiento de los demás.
Es conveniente, además de tratar a la persona que sufre este trastorno, el que acudan también a terapia la familia para que con sus actuaciones, no compliquen más el problema.
Suele ser más frecuente entre las chicas, y a veces los factores causales se hallan en la interpretación de vivencias o algún tipo de fantasía o temores.
La terapia psicológica suele dar buen resultado, sobre todo cuando se coge a tiempo.