El mundo de la sexualidad siempre ha sido un tabú para la humanidad. En la vida cotidiana desde hace años, ha generado cantidad de problemas y sufrimiento en muchas personas. Entre los miedos más frecuentes que se producen en el transcurrir de las vidas, se hallan los siguientes:
Miedo a todo lo sexual, incluso a hablar sobre esos temas.
Temores ante la posible perversión sexual, propia o ajena.
Temores a perder el control, como a dejarse abandonar en manos de otros.
Miedos a intimar con otra persona, compartir la privacidad de los sentimientos, pensamientos y tiempos personales.
Pánico a tener una erección. Otras veces a que se le note.
Temores a perder la erección. O a no llegar al orgasmo.
Fobia a las mujeres guapas y de buen tipo, por no sentirse a la altura. Y que les van a decepcionar.
Miedo a los genitales, por temor y desconocimiento, unido a sentimientos de incomodidad por ver algo íntimo de otra persona.
Temores a la penetración, a ser invadida y agredida, en lo más íntimo del ser. Al dominio y a verse sometida.
Al pene y posibles agresiones supuestas.
Miedo a los genitales femeninos, a veces representado con la metáfora de la "vagina dentada".
Miedo a los abusos sexuales, a la violencia y atropello.
Temores ante el sexo opuesto, sintiéndose de alguna forma muy a disgusto y como ante algo extraño.
Miedo a las personas homosexuales. Y temor a serlo.
A ser juzgados y criticados por las propias manifestaciones de la sexualidad.
A compartir los comportamientos íntimos y que sean observados por "un otro", tanto los movimientos, las emociones eróticas, los sudores, las comunicaciones. Horror a compartir algo que consideran íntimo y personal.