viernes, 23 de mayo de 2014

LA CONCIENCIA, EL TIRANO / CONSCIENCE, TYRANT


Así, como suena, la conciencia, el juez interior, las normas, todo ello, cuando se hace muy fuerte en una persona y se expande mucho en su mente, constriñe al "yo", a la energía personal, al protagonismo, e impide la autorrealización.

En muchas ocasiones ello se ha ido fortaleciendo desde pequeños en un ambiente demasiado exigente y perfeccionista, donde se ha cultivado un modo de ser y hacer del tipo: "debes de", "tienes que", "tendrías qué", "deberías de". Todo ello responde a una mentalización sobre las vidas como si fuera un régimen o gobierno militar. No asustarse, ya que fue, y sigue en parte siendo así.

La persona al ir creciendo e irlo asimilando llega a configurarse como algo enorme, y esa parte de su ser, de una forma descontrolada, abarcando un porcentaje muy alto de su dinámica mental va ejerciendo un poder constrictor y a la vez destructivo del "yo" del sujeto. Así se desarrolla una autocrítica interna de autoexigencia y perfeccionismo, y a su vez lo proyectan al mundo exterior, criticando todo y a todos.

Parece que han elaborado patrones internos de cómo todo tiene que ser, incluidos ellos mismos, y cuando algo o alguien no se parece a "su perspectiva, sus patrones", está mal, o es incorrecto o no es lo adecuado. Son personas muy críticas y disfrutan con pocas cosas ya que todo está mal. O no, a veces disfrutan mucho criticándolo todo. Esto es como si les sirviera para tranquilizarse de tanta imperfección que se ven y no se toleran.

Esta antigua forma de educación produce en la persona un anulamiento del "YO" que implica una forma de ser autónomo, libre, responsable. Ello sí es ser auténtico, ser persona. 

Cuando esa consciencia crece y crece, genera múltiples enfermedades mentales graves. La gente, aprendiendo a respetar a otros y permitirles su espacio, ya tiene bastantes normas. No se le puede aplastar a una persona teniendo que ser de un determinado patrón ya prefijado y del que no se puede salir. 

Obediencia ciega como sumisos corderos, con una distorsión mental tan grande como es la sobresocialización. No salirse de la línea, no ser tu mismo, porque eso no es bueno. Sumisos y obedientes con el deseo de gustar a todos y por supuesto no enfadar a nadie. O sea al tirano interior llamado juez o conciencia que se encarga de devorar a uno, llenarlo de angustia y autocrítica y así anularle la vida y convertirlo en un enfermo mental. LLenarlo de culpas para que viva arrastrado, creándose suplicios para alcanzar el perdón.

La vida se va construyendo sobre la marcha, prefijado por qué??? y la mentalización que guía al verdadero ser, responsable, libre y protagonista, irá en la línea autónoma de:

Lo que elijo, lo que prefiero, lo que amo, lo que me sale, lo que creo, lo que elaboro, lo que decido, lo que quiero... y así una vida entera de AUTONOMÍA, LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD.

Por si alguien se sorprende, las conciencias desmesuradas, el juez interior, el tirano... suelen ser los esquemas personales que más patologías traen a consultas... Lo veo cada día... Ojala se termine el esquema educativo de SUJETO A OBJETO...¡¡¡ Y VAYA CRECIENDO EL OTRO ESQUEMA DE SUJETO A SUJETO....¡¡¡