No se engañe, la cortesía es un lenguaje, es una forma de tratar al otro y es una tarjeta y manera de presentación. Ud. tiene libertad para ser como elija ser, o más bien como pueda ser, ya que cuando no se sabe, no se puede. Por ello tenga presente si así lo desea, que en cuanto Ud. ponga la intención, se convertirá en una persona muy afable y cortés.
Si aprende a proporcionar a los demás, con una cierta elegancia y respeto un trato educado, Ud. tendrá más ventajas, siempre, no lo dude. Es un lenguaje para las relaciones y cuando desee lo aplica y cuando no, pues no, allá Ud. que se las verá con las consecuencias.
La cortesía forma parte de la comunicación y como tal tiene resultados sobre el otro y sobre Ud. mismo. No se engañe, "todo, todo" nunca da igual. Ni para Ud. ni para los otros.
La forma de expresarse en relación a otros, le permite manifestar un reconocimiento de ellos y un posicionarse Ud. mismo, está manifestando su autoestima, su sentir, su seguridad en sí mismo, su estado de ánimo, su actitud ante la vida. Y todo ello tiene unos fines muy relacionales, el sentirse agradablemente bien, cómodos, acompañados, acogidos y más.
Una persona cortés, educada y afable utiliza formalismos sociales que le sirven como vía para mostrar su sentir, o alguna otra frase elegantes que ellos mismos componen con su lenguaje, un "si mismo", relacionándose con un "otro", si hay suerte, lo sublime es eso, la relación de sujeto a sujeto. Y no de "sujeto" a "objeto". Si va por la vida hiriendo a los demás no se queje de lo que después se encuentra en el camino.
En realidad a veces alguien muy cortés puede parecer que esté manipulando, no obstante el receptor siempre tiene el grado de libertad y con su cortesía también posicionarse, definiéndose a sí mismo o negándose si fuera preciso, claro, también con cortesía.
La diversidad de pueblos y contextos del planeta influye en la multiplicidad de fórmulas de cortesía y lo que es de uso en un país puede que no sirva en otro. De ahí la necesidad de observar las costumbres y algunos modos y maneras cotidianos.
Además de los formulismos del lenguaje, los principios generales se relacionan con el sentir, tener la necesidad de tratar agradablemente al otro, como gustaría ser tratado:
-Utilizar las fórmulas comunes de cada país: ... es un placer, por favor, puede concederme, disculpe las molestias...
-Ser amable, y educado. Tener presente el saludar y gracias.
-Evitar al interlocutor todo lo que pueda resultarle ofensivo.
-Hablar con segundas, burlas, ironías, evitarlo. La sorna hiere. Y en realidad las ironías son agresiones disfrazadas, que en general el interlocutor capta rápidamente. A quién interesa buscarse enemigos?
-No interrumpir cuando están hablando, salvo alguna emergencia.
-Escuchar activamente, evitar preguntas anticipadas o no habiéndose fijado en lo que decía.
-Por supuesto, tratar a los demás como a uno le gustaría ser tratado.
-Dejar el resentimiento y la rabia aparte, los demás también tienen sus problemas, es la vida misma. Y no tienen la culpa de las frustraciones de otros, ni tienen porqué aguantar sus groserías.
-Recuerde que lo que se siembra la vida lo devuelve multiplicado. Sencillo. Ud. es libre. Gracias por leer mi reflexión.